Discusión
Los síntomas habituales de la migración intravesical de un DIU comprenden dolor pélvico o lumbar, hematuria, disuria, polaquiuria e infecciones urinarias recurrentes10. Las perforaciones se diagnostican en el momento o mucho después de la inserción del dispositivo1, y su frecuencia oscila entre el 0,003 y el 0,87 %11. Sin embargo, existe un número importante de perforaciones asintomáticas y, por tanto, no diagnosticadas12. Los mecanismos y las causas de estas perforaciones también varían. El tipo de dispositivo, la falsa técnica de inserción, la inexperiencia, los problemas anatómicos del aparato reproductor femenino (como una posición uterina extremadamente posterior) y la lenta migración del DIU a través de la pared del útero pueden ser responsables del desprendimiento1. Sean cuales sean las razones, los DIU migrados que son sintomáticos, y todos los DIU de cobre (debido a la inflamación que producen)12 que han perforado la pared uterina, deben extraerse1,12. Los DIU migrados pueden extraerse por vía endoscópica, laparoscópica o con cirugía abierta, dependiendo de los hallazgos específicos y del estado general de la paciente.
En el caso reportado, las quejas sexuales en forma de dispareunia severa fueron los principales síntomas que desarrolló pocos meses después de la inserción del dispositivo. Curiosamente, la evaluación sexual posterior reveló un deterioro de todos los dominios sexuales y una reducción significativa de la frecuencia de los intentos sexuales. La dispareunia se ha descrito como un síntoma de la migración del DIU a la vejiga en la literatura7,8, pero en nuestro caso, representó el síntoma principal, posiblemente debido a su gravedad.
No hay suficiente literatura disponible sobre la patogénesis de la dispareunia causada por la migración intravesical del DIU, pero se podría suponer que los mecanismos inflamatorios implicados en el síndrome de dolor pélvico crónico también podrían participar en el desarrollo de los trastornos de dolor sexual. No obstante, se ha demostrado que los trastornos de dolor sexual, como la dispareunia y/o el vaginismo, reducen secundariamente el deseo sexual, perjudican la excitación y el orgasmo y causan insatisfacción sexual en las mujeres que los padecen13.
Los síntomas del tracto urinario suelen dominar la presentación clínica de una paciente con un DIU migrado a la vejiga. Sin embargo, la historia sexual puede revelar quejas sexuales que normalmente no se detectan, ya que las mujeres se avergüenzan de comunicarlas o no las consideran clínicamente significativas. Al mismo tiempo, los médicos no realizan exámenes de rutina para detectar trastornos sexuales. La relación entre las infecciones urinarias recurrentes y la dispareunia ha sido demostrada recientemente por Salonia et al, principalmente en forma de vestibulodinia provocada14. En el caso presentado, la paciente informó claramente de dispareunia aparte de las ITU recurrentes, sin embargo, la evaluación sexual detallada y el uso de un cuestionario validado revelaron el deterioro en todos los dominios sexuales.
Por lo tanto, los médicos que tratan a mujeres con DIUs migrados que causan dolor pélvico y síntomas del tracto urinario inferior deberían evaluar más su estado de salud sexual. Una simple pregunta de detección de dispareunia/vaginismo puede revelar la presencia de estos síntomas fáciles de reconocer. A continuación, debe realizarse una evaluación sexual más detallada para determinar si coexisten trastornos secundarios del deseo y la excitación sexual, el orgasmo y la satisfacción. Para ayudar a los médicos a abordar y evaluar la función sexual, se han desarrollado varios modelos y diversas herramientas, como los modelos ALLOW y PLISSIT, y los cuestionarios FSFI y Female Sexual Distress Scale (FSDS)15,16.