Ocasionalmente, algunas piscinas pueden desarrollar espuma que se asienta sobre el agua. Esta espuma suele ser una fina capa superficial, de color blanco o blanquecino, y tiende a acumularse en una esquina de la piscina. Esto es indicativo de una alta carga orgánica en el agua de la piscina. En la naturaleza, en las orillas de los mares y lagos, se acumula a menudo un material similar, de color amarillento, por la misma razón: es la acumulación de restos orgánicos insolubles empujados hacia la orilla por el movimiento del agua. En la naturaleza esto se llama «gelbstoff» (sustancia amarilla en alemán).

En las piscinas la fuente de los restos orgánicos pueden ser los bañistas humanos (piel, pelo, sudor, etc.) y los productos que a menudo llevan a la piscina involuntariamente (aceites bronceadores, cremas hidratantes, tratamientos capilares, etc.). Por otra parte, el material animal (por ejemplo, insectos, etc.) o la materia vegetal (hojas, frondas, esporas, etc.) pueden ser fuentes de residuos orgánicos en las piscinas. La acumulación es más común en el agua que experimenta un uso intensivo por parte de los bañistas, que no se ha cambiado durante años o para la que la filtración del agua es insuficiente.

Si este problema no se soluciona, puede contribuir a que el agua se enturbie con frecuencia, a una alta demanda de cloro, a la dificultad para mantener un equilibrio adecuado del agua, a la acumulación de espuma en la línea de flotación, a ciclos de filtrado cortos o a la formación de incrustaciones en las superficies, incluidas las celdas electrolíticas del clorador.

Cambiar el agua vieja por agua fresca puede mejorar la situación. La mejor opción, a falta de sustituir toda el agua de la piscina, es el tratamiento regular con un producto enzimático para piscinas. Los mejores productos de esta categoría, como Ultra Zyme® Pro de Lo-Chlor®, son eficaces contra todo el espectro de residuos orgánicos que suelen encontrarse en las piscinas. Son lo suficientemente potentes como para marcar una diferencia notable en un par de semanas y, en última instancia, eliminar los restos orgánicos y los problemas asociados de la piscina. La eliminación se produce cuando las enzimas descomponen los restos orgánicos en sus componentes más pequeños, que luego se desprenden del agua.

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