Los eufemismos para la palabra vagina van desde la tímida «parte de la mujer» hasta el vergonzoso «ahí abajo».
Para Yashna Arora, de 16 años, la palabra era «chee», una expresión de asco utilizada en hindi. En su poema slam, defiende la necesidad de llamar a la anatomía femenina por su nombre correcto.
«No entiendo por qué mi vagina tiene que ser una metáfora, una sinécdoque, un sustantivo, un adjetivo, un eufemismo, una interjección o un pronombre.
¿Y no sólo una parte del cuerpo, mi parte del cuerpo?»
El Poema de la Vagina, una ofrenda de Delhi Slam Poetry, pone de manifiesto la confusión a la que la mayoría de las mujeres pueden haberse enfrentado al sustituir el término vagina por versiones más coloquiales, como «coño». Arora intenta averiguar qué puede tener que ver un coño con su parte del cuerpo.
No hace falta repasar el catálogo de palabras relacionadas con la blasfemia en la India y en el extranjero: su propia existencia (y uso cotidiano) demuestra que «vagina» no se entiende como un término biológico, sino que a menudo se percibe como algo obsceno por sus connotaciones sexuales.
Ciertas comunidades llegan incluso a la mutilación genital y a la ablación.
Los versos hablados de Arora sobre la vergüenza de la vagina son uno de los muchos comentarios sobre el tema en las artes escénicas.
Los monólogos de la vagina, de Eve Ensler, es una de las obras de teatro más populares que «celebraban la vagina» y exploraban temas como la menstruación, el parto, el amor, el sexo, los orgasmos y la violencia contra las mujeres. La obra inspiró una versión sudasiática en Estados Unidos titulada Yoni Ki Baat en 2003.
El mismo año, la obra de Ensler se adaptó en la India con el mismo título y ha sido muy popular en las representaciones de las ciudades indias. Sin embargo, la directora Mahabanoo Mody-Kotwal afirma que, a pesar de ello, la obra se ha enfrentado a rechazos e incluso ha sido confundida con una comedia sexual subidita de tono.