Los llamamientos a la coexistencia con Israel son un tabú en muchos círculos de Gaza, y se consideran un acto de normalización, es decir, tratar a Israel como un Estado normal con el que se pueden mantener relaciones normales. Algunos actos de normalización, incluidas las actividades o la comunicación con los israelíes, pueden considerarse delitos en Gaza, aunque ninguna autoridad ha sugerido que los comentarios de Abdel Rahman hayan cruzado esa línea.
En abril, las autoridades de Gaza detuvieron a varios activistas palestinos por la paz después de que mantuvieran una videoconferencia con israelíes. El principal organizador de la videollamada, Rami Aman, sigue en prisión, a la espera de que el fiscal militar de Hamás decida si lo acusa.
Abdel Rahman, estudiante de séptimo grado en una escuela gestionada por las Naciones Unidas en la ciudad de Gaza, dijo que se enseñó a sí mismo el inglés escuchando música en Internet. Lleva rapeando desde los 9 años, grabando versiones y -en algunos casos- sus propias canciones en colaboración con artistas del extranjero.
Le gusta la N.B.A. y el monopatín, dijo en una entrevista de Zoom desde su casa, con su padre a su lado. El rapero que más admira es Eminem, y su sueño es convertirse en rapero profesional y hacer una gira por Estados Unidos.
El vídeo que se hizo viral fue grabado por su padre y fue publicado y reenviado a múltiples plataformas de redes sociales. Un locutor de radio saudí lo publicó en su Twitter, captando casi medio millón de visitas.
Abdel Rahman dijo que su música pretende transmitir el sufrimiento de los palestinos de Gaza, cuya economía ha sido devastada por un bloqueo de Israel y Egipto, que según Israel es para impedir que Hamás importe armas o los medios para construirlas. Pero también quiere compartir un mensaje de paz e igualdad.
«Debes tratar a los demás como quieres que te traten a ti», dijo. «Me gustaría que pudiéramos detener la violencia y la discriminación de diferentes lugares y diferentes razas».