El 4 de abril de 1984, el héroe de ficción de la clásica novela de George Orwell, 1984, comienza la práctica tabú de llevar un diario. «Abajo el Gran Hermano», escribe Winston Smith una y otra vez.
El 4 de abril de 2017, para conmemorar el primer día de la rebelión de Winston, los cines de arte y ensayo de todo Estados Unidos coordinarán las proyecciones de la adaptación cinematográfica del libro de los años 80. La película está protagonizada por John Hurt y Richard Burton.
«El esfuerzo anima a los cines a tomar partido por nuestros valores más básicos: la libertad de expresión, el respeto por nuestros semejantes y la simple verdad de que no existen los ‘hechos alternativos'», escriben en su página web los organizadores, que se autodenominan United State of Cinema.
En el último mes, el clásico distópico de 1949 ha vuelto a ser un éxito de ventas en Estados Unidos, principalmente por su asociación con la defensa de los «hechos alternativos» en la época actual por parte de Kellyanne Conway, asesora del presidente estadounidense Donald Trump. El gobierno totalitario de la novela emplea una estrategia similar, borrando sistemáticamente la historia mediante la presentación de hechos y acontecimientos completamente diferentes. En 1984, esto lleva al «doble discurso», en el que los ciudadanos mantienen dos hechos conflictivos en sus mentes simultáneamente, y acaban aceptando perezosamente lo que se les dice. El paralelismo con el actual presidente de EE.UU., que ha atacado a la prensa libre y ha calificado a los medios de comunicación como «el enemigo del pueblo estadounidense», ha calado en un número considerable de lectores.
En el momento de escribir este artículo, 123 cines de 39 estados norteamericanos, y tres de Canadá, tienen previsto proyectar la película.