¿Dónde se ha metido tu angelical bebé? Aprende a responder a las rabietas y a qué otras cosas hace ahora tu aguerrido bebé de 16 meses.
Dicen que la imitación es la forma más sincera de adulación, ¡y vaya si a tu hijo pequeño le gusta adularte ahora mismo! A medida que vaya aprendiendo para qué sirven los distintos objetos de la casa, le gustará imitarte; por ejemplo, le encantará barrer con la escoba o acercarse el teléfono a la oreja para «hablar». Escucha cuando lo haga, ya que también intentará imitar tu tono de voz…
Aquí te contamos qué más hace este mes.
Cómo lidiar con las rabietas
Ahora es el momento en el que las rabietas y los berrinches empiezan a levantar su fea cabeza (¡lo siento!). A los 16 meses, las rabietas son una forma de que tu hijo exprese su frustración, su enfado y sus primeros comportamientos de oposición. Mientras se tira al suelo llorando, recuerda que se trata de un comportamiento perfectamente normal en un niño pequeño, y no de un reflejo de tu forma de criarlo. Asegurarse de que su hijo duerme bien y se alimenta (¡prepare un tentempié!) puede suponer la diferencia entre una agradable excursión de compras y el viaje infernal al supermercado.
Aprenda el arte de la distracción – Se sorprenderá de lo rápido que su hijo puede pasar de estar enfadado a estar contento cuando se le distrae. Si tiene una mecha corta y no tolera la frustración, se distraerá fácilmente. Cambiar su actividad, darle un juguete diferente o darle un cambio de escenario puede hacer maravillas.
Ayúdale – A esta temprana edad muchas de sus rabietas serán emocionales. No está siendo travieso, sólo está frustrado. Dale mimos y, si puedes, ayúdale con lo que le frustra. Si no puedes, distráelo.
Aprende a detectar una rabieta manipuladora – Tu hijo es egocéntrico, así que se enfadará por no salirse con la suya. Cuando esto ocurra, puedes optar por ignorarle – enviando el mensaje de que su comportamiento indeseable no le lleva a ninguna parte – pero a esta edad, la distracción sigue siendo tu mejor herramienta.
Sujétalo con firmeza – Si tu pequeño ha perdido totalmente la cabeza y una rabieta ha estallado en una crisis total, sujétalo (incluso si se retuerce) y tranquilízalo con una voz calmada. El mensaje que intentas transmitirle es que ha perdido el control, pero que tú estás ahí para ayudarle a recuperarlo.
Tranquilízate: es difícil no perder el control cuando tu hijo lo hace (sobre todo cuando te falta sueño). Aprende a reconocer tus propios límites para no unirte a él en el derrumbe. Prueba a contar hasta diez (o más), a respirar profundamente o incluso a encerrarte en una habitación para calmarte, de modo que puedas recuperar tus pensamientos y reaccionar ante él con calma.
¿Planificando otro bebé?
Puede que acabes de guardar el moisés de tu hijo pequeño, pero tener otro bebé podría estar ocupando tus pensamientos en este momento. Aunque no hay una diferencia de edad perfecta, muchos prefieren que haya entre dos y tres años entre hermanos.
Para ayudarte a decidir si esta diferencia se adapta a tu familia, aquí tienes algunos de los pros y los contras que debes tener en cuenta:
Pros
- Tu cuerpo se ha recuperado del embarazo, el parto y la lactancia de tu hijo mayor.
- Tu hijo mayor puede haber dejado los pañales, alimentarse por sí mismo y hablar más (lo que significa menos lloriqueos ya que es capaz de comunicar sus necesidades). También es posible que se alimente y se vista por sí solo, lo que resulta muy útil cuando tienes las manos ocupadas con un recién nacido.
- Es posible que tu hijo mayor vaya a la guardería algunos días a la semana, lo que te permitirá pasar tiempo a solas con tu nuevo bebé.
- Tu hijo mayor será más comprensivo y podrá entusiasmarse con un hermano.
- A medida que tu bebé crezca, él y su hermano estarán lo suficientemente cerca en edad como para disfrutar de algunos de los mismos juguetes y actividades. Del mismo modo, es probable que se peleen por ellos en los próximos años.
- No habrás olvidado cómo cuidar a un recién nacido y tendrás más confianza para hacerlo.
Contra
- Los primeros meses de la vida de tu bebé pueden ser temporalmente caóticos mientras te ocupas de un recién nacido y te enfrentas a los terribles dos años (esto es más grave si tienes una brecha cercana a los dos años).
- Tu hijo mayor puede no sobrellevar bien el hecho de darse cuenta de que está recibiendo menos atención y puede arremeter contra su hermano bebé. La agresividad física en los niños pequeños tiende a alcanzar su punto álgido entre los dos y los tres años.
- Su hijo pequeño puede retroceder en cosas como el aprendizaje para ir al baño cuando llega su hermano. Esto suele ocurrir cuando los niños pequeños experimentan cambios.
- Su recién nacido puede ver alterada su rutina debido a la adaptación a la vida de su hermano. Esto puede significar que tenga que dormir la siesta en el cochecito o en el coche, en lugar de dormir en su cuna, cuando vaya a los grupos de juego o a las guarderías. A la inversa, puede que tengas que reducir algunas de las actividades de tu hijo para adaptarlas a su rutina.
Unas palabras sobre los hitos
Los hitos son sólo una guía, así que intenta no obsesionarte demasiado con ellos. Aun así, aquí tienes una lista de algunas de las cosas que tu hijo pequeño puede hacer ahora, o está en camino de intentar:
A los 16 meses, la mayoría de los niños pequeños pueden:
- Pasar las páginas de un libro cuando usted lee
- Apegarse a un peluche u otro objeto
- Caminar bien
- Cantar
- Enfadarse cuando está frustrado
Algunos niños pequeños serán capaces de …
- Caminar hacia atrás
- Empezar a trepar y explorar
- Ayudar en la casa
- Apilar bloques
- Pasar de dormir dos días a uno
- Decir hasta 10 o 15 palabras
Algunos niños pequeños podrían ser capaces de …
- Ser quisquilloso con ciertos alimentos
- Sacarse la ropa sin ayuda
- Experimentar menos ansiedad por separación
- Bailar al ritmo de la música
- Girar y hacer cabriolas
Consejos generales para este mes
- Decir «no». Puede que tu peque no entienda por qué no puede tocar algunas cosas, pero puedes enseñarle el significado de la palabra «no». Decir «no» y luego distraerle es una buena estrategia.
- Pies planos. No te preocupes si tu hijo pequeño tiene los pies planos ahora mismo. No será hasta los cuatro años cuando se desarrolle el arco del pie.
- Juguetes. Rotar los juguetes es una buena manera de mantenerlos emocionantes y no desordenar la casa. Para un niño de 16 meses, lo que no se ve es lo que no se piensa. Mantenga una caja escondida debajo de la cama o en el garaje y sáquela cuando sea el momento adecuado.
- Tácticas para el asiento del coche. Si tu hijo grita y se desgañita cuando le abrochas el cinturón de seguridad, guarda algunos de sus juguetes favoritos en el coche y sácalos sólo para los viajes en coche. Cántale canciones, juega a juegos tontos, como entrecerrar la cara, e intenta hacerle reír en lugar de quejarse.
- Ruidos fuertes. Muchos niños pequeños se asustan con el sonido de una aspiradora, un trueno o el estallido de un globo. Ofréceles mimos, tranquilízales y reconoce también su miedo: «Vaya, ha sido una sorpresa aterradora, pero estás a salvo y mamá está aquí.»
Más lecturas sobre niños pequeños:
- Desarrollo del niño
- Comportamiento del niño
- Aprendizaje del orinal
- Dormir del niño
- Zona del niño feliz