Ahora que ha creado su plan de intervención en el comportamiento, es el momento de poner las partes de enseñanza en su lugar.
Una conducta de reemplazo es una conducta apropiada que toma el lugar de la conducta que interfiere. Al apoyar las conductas de interferencia, un componente central del plan de intervención en la conducta es enseñar una conducta de reemplazo. El comportamiento de interferencia ha sido la forma en que el niño accede a lo que quiere y a lo que no quiere. Por lo tanto, no podemos esperar cambiar la conducta del niño sin darle una conducta de reemplazo que logre el mismo resultado.
Cuando queremos disminuir una conducta interferente, es importante recordar que no podemos esperar que la persona deje esa conducta sin darle algo que hacer en lugar de esa conducta.
Una conducta de reemplazo puede ser una conducta nueva o una conducta que el niño ya realiza. La intención de la conducta de reemplazo es mostrar que pueden obtener lo que quieren de manera más eficaz y eficiente. Por lo tanto, debe identificar la función de la conducta que interfiere para poder elegir una conducta de reemplazo de igual o menor esfuerzo. Es importante que el reemplazo también sea fácil de realizar.
Paso 1. Definir la conducta de interferencia.
Es importante conocer la función o el propósito de la conducta de interferencia antes de determinar una conducta de reemplazo.
Paso 2. Determine qué conducta de reemplazo debe enseñar.
Una vez que se ha determinado que la conducta interferente está impactando en la capacidad del niño para acceder al aprendizaje, a las relaciones y a la comunidad, puede comenzar a identificar una conducta de reemplazo. Aquí hay consejos para determinar un comportamiento de reemplazo:
- Consejo 1: Encuentre la función.
- Consejo 2: Determine lo que el estudiante debe hacer en lugar del comportamiento.
Después de determinar el comportamiento de reemplazo que va a enseñar, es importante enseñar al estudiante que el nuevo comportamiento funciona tan bien como el comportamiento anterior.
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