Comentario

El Favus, o tinea favosa, es una infección inflamatoria crónica por dermatofitos del cuero cabelludo, que afecta con menos frecuencia a la piel y las uñas.2 La lesión clásica se denomina escutula o godet y consiste en costras cóncavas, en forma de copa, de color amarillo, típicamente atravesadas por un solo tallo piloso.1 Al aumentar de tamaño, la escutula puede volverse confluente. A menudo se produce alopecia y los pacientes infectados pueden exudar un olor «a queso» o «a ratón» de las lesiones.3 Sabouraud1 delineó 3 presentaciones clínicas del favus: (1) favus pityroide, el tipo más común que consiste en un cuadro similar a la dermatitis seborreica y escutula; (2) favus impetigoide, que muestra costras de color miel que recuerdan al impétigo pero sin escutula apreciable; y (3) favus papyroide, la variante más rara, que muestra una costra seca, gris, parecida a un pergamino, atravesada por los tallos del pelo que recubre un cuero cabelludo eritematoso erosionado.

El favus suele adquirirse en la infancia o la adolescencia y a menudo persiste en la edad adulta.3 Se transmite directamente por los pelos, los queratinocitos infectados y los fómites. La transmisión de niño a niño es mucho menos frecuente que otras formas de CT.4 El organismo responsable es casi siempre Trichophyton schoenleinii, habiéndose descrito casos raros de Trichophyton violaceum, Trichophyton verrucosum, Trichophyton mentagrophytes var quinckeanum, Microsporum canis y Microsporum gypseum.2,5,6 Este dermatofito antropofílico sólo infecta a los humanos, es capaz de sobrevivir en el mismo espacio de vivienda durante generaciones y se cree que requiere una exposición prolongada para su transmisión. Trichophyton schoenleinii fue la causa infecciosa predominante de la CT en Europa del Este en el siglo XIX y principios del XX, pero su incidencia ha disminuido drásticamente en los últimos 50 años.7 Un estudio realizado en 1997 y publicado en 2001 sobre la CT con cultivo positivo para T schoenleinii en 19 países europeos sólo encontró 3 casos entre 3671 aislamientos (0,08%).8 Entre 1980 y 2005, no se notificó ningún caso en las Islas Británicas.9 En la actualidad, el favus se encuentra generalmente en regiones geográficas empobrecidas con poca higiene, desnutrición y acceso limitado a la atención sanitaria; sin embargo, en Norteamérica se han notificado focos endémicos en Kentucky, Quebec y Montreal.10 Aunque el favus rara vez se resuelve de forma espontánea, T schoenleinii se erradicó en la mayor parte del mundo con la introducción de la griseofulvina en 1958.7 La terbinafina y el itraconazol son actualmente los fármacos de elección para el tratamiento.10

Tinea capitis es la infección fúngica más común en los niños, con 1 de cada 20 niños estadounidenses que muestran evidencia de infección manifiesta.11 La infección en adultos es rara y la mayoría de los pacientes afectados suelen mostrar enfermedades graves con compromiso inmunológico concomitante.12 Sólo entre el 3% y el 5% de los casos se dan en pacientes mayores de 20 años.13 El cabello de los adultos parece ser relativamente resistente a la infección por dermatofitos, probablemente debido a las propiedades fungistáticas de los ácidos grasos de cadena larga que se encuentran en el sebo.13 La tiña de la cabeza en adultos suele darse en mujeres posmenopáusicas, presumiblemente por la involución de las glándulas sebáceas asociada a la disminución de los niveles de estrógenos. Los pacientes suelen presentar manchas escamosas eritematosas con aclaración central, alopecia, grados variables de inflamación y pocas pústulas, aunque también se han descrito lesiones exudativas y muy inflamatorias.14

En el caso actual, la CT no se planteó en el diagnóstico diferencial. No obstante, dado que las manchas rojas escamosas y las pápulas del cuero cabelludo pueden representar una infección por dermatofitos en esta población de pacientes, se anima a los clínicos a considerar esta posibilidad. La transmisión se produce por contacto directo de persona a persona y por contacto con objetos que contienen fómites, como cepillos, peines, ropa de cama, prendas de vestir, juguetes, muebles y teléfonos.15 Es frecuente el contagio entre familiares y compañeros de clase.16

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los casos de CT en los Estados Unidos se debían a M canis, siendo Microsporum audouinii más frecuente hasta las décadas de 1960 y 1970, cuando Trichophyton tonsurans comenzó a aumentar su incidencia.12,17 En la actualidad, este último organismo es responsable de más del 95% de los casos de CT en los Estados Unidos.18Microsporum canis es la principal especie causante en Europa, pero varía mucho según el país. En Oriente Medio y África, T violaceum es responsable de muchas infecciones.

La CT asociada a Trichophyton rubrum parece ser un hecho poco frecuente. Un estudio mundial realizado en 1995 señaló que menos del 1% de los casos de CT se debían a una infección por T rubrum, y que la mayoría se habían descrito en países emergentes.12 Un metaanálisis de 9 estudios de países desarrollados encontró sólo 9 de 10.145 casos de CT con un cultivo positivo para T rubrum.14 En los adultos, los pacientes infectados suelen presentar evidencia de una infección fúngica concomitante de la piel y/o las uñas o condiciones de salud con inmunidad deteriorada, mientras que en los niños, la propagación interfamiliar parece más común.11

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