El enemigo por excelencia de los electrodomésticos.
Aunque a muchos de nosotros no nos gusta pasar la aspiradora, son pocos los humanos que realmente le tienen miedo. No es el caso de los perros. Hay algo en esa máquina que zumba por la habitación haciendo ruidos fuertes que es demasiado para algunos perros. Su compañero peludo tiene un oído muy sensible y el sonido que hace una aspiradora puede ser abrumador, especialmente si pasa de ser silencioso a rugir con sólo pulsar un interruptor. PetGuide.com señala que las aspiradoras también desprenden muchos olores mientras trabajan y, dado que los perros tienen narices increíblemente sensibles, el resultado puede ser una sobrecarga para sus pequeños olfatos que se suma al tsunami sensorial que las aspiradoras dejan a su paso. Las aspiradoras pueden ser tan intimidantes para los cachorros que, según PetMD.com, «un solo encuentro aterrador puede sentar las bases para toda una vida de miedo»
Algunos perros ven las aspiradoras no sólo como monstruos aterradores que chupan el polvo, sino como algo que debe ser atacado. Aunque el sentimiento puede ser comprensible (¿a quién le gusta pasar la aspiradora?) las alfombras deben limpiarse.
La forma más fácil de ayudar a su perro a controlar su odio hacia el electrodoméstico es simplemente poner al cachorro en otra habitación o fuera mientras usted se encarga de la tarea. Si puede darle un juguete ocupado o algo para masticar que pueda ayudar a distraer al perro de la aspiradora.
Si la distracción no funciona, su perro estará encantado de saber que la respuesta a sus pequeñas preocupaciones peludas es simple: golosinas. Dar golosinas cerca del objeto de la ira de su perro, puede ayudar a insensibilizar al cachorro a su aterradora presencia.
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Para comenzar el proyecto de desensibilización, cuando sea el momento de pasar la aspiradora, saque la temida máquina. Si tu perro se acerca, dale una golosina. Cuando encienda la máquina, déle al perro una golosina. Cuando mueva la máquina por el suelo, si el perro se acerca, dele una golosina. Incluso si el perro está cerca de la aspiradora, tire unas cuantas golosinas al suelo para que el cachorro considere la posibilidad de ser valiente y acercarse.
Si su mascota en particular está demasiado asustada incluso para estar en la habitación cuando la aspiradora está apagada, empiece cuando la máquina esté apagada y sáquela y dé al perro una golosina. También puede dejar algunas golosinas alrededor del objeto cada día, como un elfo de Navidad. Aumente lentamente la tolerancia del perro con un suministro constante de exposición y golosinas. Una vez que el perro se acerque de buen grado a la aspiradora, enciéndala y lance golosinas como si estuviera en una carroza de carnaval. Déjela encendida durante unos minutos, apáguela y vuelva a hacerlo en unas horas o al día siguiente. Puede llevar unos días o semanas en el caso de los cachorros obstinados, pero la idea es darle suficientes incentivos, distracciones y refuerzos positivos para que la aspiradora deje de ser una amenaza y se convierta en una señal de cosas buenas por venir.
Si el miedo de su perro al temido objeto es más intenso, hable con su veterinario. Puede que le recomienden un adiestrador de perros o incluso una medicación. O simplemente podría no volver a pasar la aspiradora, lo que su perro puede preferir.
Si su perro no tiene problemas con las aspiradoras, pero odia los patines, las escobas, las faldas hasta los tobillos o, en el caso de mi perro, Steve, los paraguas, el mismo proceso de desensibilización también debería funcionar.
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