Todos sabemos que las verduras frescas son una parte fundamental de una dieta saludable. El problema es que hay que comprarlas con frecuencia, ya que no duran mucho tiempo en la encimera de la cocina o incluso en el frigorífico.
Si no tiene tiempo para ir a la tienda todos los días, quizá se pregunte si puede congelar las verduras para ayudar a conservarlas durante más tiempo. Por ejemplo, los rábanos, ¿se pueden congelar?
La respuesta corta es: sí. Puedes congelar rábanos, pero como son una verdura delicada, hay algunas cosas que debes saber antes de meterlos en el congelador y marcharte. Los rábanos requieren un procedimiento suave y cronometrado para que salgan bien. Echemos un vistazo y entendamos cómo congelar rábanos
Cómo congelar rábanos
Muchos países de todo el mundo utilizan esta técnica para conservar los rábanos. Cuando se hace de esta manera, se puede mantener una calidad óptima.
Paso 1: Prepare sus rábanos
Lo primero que tendrá que hacer es limpiar sus rábanos. Frótelos en agua fría para eliminar la suciedad y los residuos del exterior. Cada rábano debe estar lo más limpio posible antes de pasar al siguiente paso.
Paso 2: Cortar los rábanos
A continuación, corte los extremos de cada rábano, eliminando tanto la parte superior como la inferior, que es la parte fina y fibrosa. Las hojas de la parte superior pueden guardarse y cocinarse, haciendo varios platos deliciosos similares a las espinacas.
A continuación, corte el rábano en medallones. Pueden ser finos o más gruesos, dependiendo de cómo le gusten y de los platos que quiera cocinar. Los rábanos cortados en rodajas finas pueden descongelarse y utilizarse en ensaladas, mientras que los medallones cortados en rodajas más gruesas pueden pasar del congelador directamente al horno para ser asados.
Importante: ¡Nunca pele el rábano! No mantendrá su calidad y textura durante la congelación sin su piel.
Paso 3: Blanquear los rábanos
Poner una olla grande de agua en el fuego a alta temperatura. Cuando el agua esté hirviendo, blanquee los medallones de rábano en el agua durante 2 ó 3 minutos.
Inmediatamente después de sacar los medallones de rábano del agua hirviendo, póngalos en un baño de hielo. Esto detendrá el proceso de calentamiento y congelará los nutrientes del interior del rábano.
Esta técnica detendrá el proceso de deterioro y mantendrá los rábanos frescos durante mucho tiempo. El escaldado activa las enzimas del rábano que, al congelarse, conservarán las vitaminas y los nutrientes durante más tiempo.
Paso 4: Congelar los rábanos
El último paso es congelar los rábanos escaldados. Coloca los medallones de rábano en un recipiente o bolsa de congelación y mételo en el congelador.
Cuando elijas un recipiente de congelación, asegúrate de que sea resistente a la humedad y hermético. Si utiliza bolsas de congelación, elimine todo el aire posible antes de sellar la bolsa para obtener los mejores resultados. Un recipiente hermético y resistente a la humedad le asegurará que está obteniendo todos los beneficios de la congelación.
Por qué debe congelar los rábanos
Si tiene demasiados rábanos para comer por cualquier motivo o quiere conservar algunos para usarlos durante los meses de invierno, puede querer congelar algunos. Sin embargo, la congelación de esta hortaliza fresca tiene algunas consecuencias.
Para empezar, la congelación de los rábanos cambiará el sabor y la textura de la hortaliza, aunque todavía se puede conservar gran parte de su crujiente y su sabor. También es esencial tener en cuenta que, aunque la congelación de un rábano puede hacer que dure mucho tiempo, el proceso de deterioro simplemente se ha estancado, no se ha detenido.
Además, la congelación de los rábanos reduce la calidad de sus vitaminas, nutrientes y otras propiedades antioxidantes. Si puede elegir, siempre es mejor que sean frescos. Aun así, ¿se pueden congelar los rábanos? Sí. Sí, se pueden.
Dicho esto, hay un proceso de congelación de rábanos que puedes utilizar para conservarlos y que hay que seguir con cuidado. Si no se hace bien, se puede destruir rápidamente la calidad de la hortaliza. Pero no te preocupes, ¡estamos aquí para ayudarte! Siga el proceso de cuatro pasos que se describe a continuación y estará listo.
Los beneficios del humilde rábano
Hoy en día, el humilde rábano es popular en todo el mundo. Se utiliza en ensaladas y también puede asarse como una deliciosa alternativa a las patatas y utilizarse en platos de pasta o aperitivos. Los rábanos pueden incluso cortarse en rodajas finas y freírse para hacer deliciosas y saludables patatas fritas.
Los rábanos son una deliciosa hortaliza de raíz que puede cocinarse como cualquier otra. Su hermoso tono rojo los hace irresistibles, y la cocción los hace jugosos y de sabor suave. Se pueden encurtir, estofar, asar, cocer a la parrilla y cocinar como cualquier otra verdura verde, lo que hace que el humilde rábano sea bastante versátil.
Sin embargo, uno de los mejores rasgos del rábano es la riqueza de nutrientes que contiene. Tiene un alto contenido en ácido fólico, potasio, calcio y vitamina C. Además, es un alimento rico en fibra, especialmente cuando se consume fresco. Sin embargo, si no puede conseguir rábanos frescos, existe una técnica para congelarlos para su uso posterior.
Pensamientos finales
Congelar rábanos es una excelente manera de conservarlos para su uso durante la temporada baja. Luego, en pleno invierno, puede descongelarlos y utilizarlos en su cocina. Sin embargo, asegúrese de seguir el proceso de cuatro pasos que describimos anteriormente para obtener los mejores resultados.
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