Aquí tienes 10 síntomas tempranos que pueden ayudarte a reconocer el inicio de la diabetes y ayudarte a controlar tu nivel de azúcar en sangre antes de que sea demasiado tarde.

1. Orinas mucho

Cuando el nivel de glucosa en la sangre es alto, el cuerpo intenta compensar haciendo que los riñones filtren el exceso de azúcar de la sangre. Los riñones eliminan entonces la glucosa de su cuerpo a través de la orina, aumentando la frecuencia con la que debe orinar. También puede tener un aumento de las infecciones del tracto urinario (ITU) y notar que se levanta con más frecuencia por la noche para orinar.

2. Siempre tiene sed

Debido a que sus riñones están provocando una micción más frecuente, es lógico que su cuerpo tenga pocos líquidos, lo que hace que se deshidrate. Y como estás deshidratado, puedes sentir sed todo el tiempo. También puede experimentar una boca extremadamente seca.

3. Tiene hambre todo el tiempo

Cuando tiene diabetes, su cuerpo no utiliza adecuadamente la energía de los alimentos que come. Aunque la glucosa está presente en la sangre, sus células no pueden absorberla y empiezan a tener hambre de energía. Como respuesta, las células se comunican con el páncreas diciendo que necesitan más energía. El páncreas aumenta entonces la cantidad de insulina en el cuerpo, lo que indica al cerebro que tienes hambre.

4. Pierdes peso de forma inesperada

Si pierdes peso de forma repentina, podría ser consecuencia de la diabetes. Entre la pérdida de líquidos por el exceso de orina y la falta de energía celular, los kilos pueden caer. Esto es más común entre aquellos cuya diabetes no está controlada.

5. Su piel se vuelve muy seca

Otro signo de advertencia de la diabetes es la piel seca y con picores. Causada por la combinación de un aumento de los niveles de azúcar en sangre y una mala circulación, su piel puede sentirse escamosa y tener un mayor riesgo de infección.

6. Se le forman manchas oscuras

Además de la piel seca, también se le pueden formar manchas oscuras en la piel, especialmente donde la piel se pliega sobre sí misma. Denominadas acantosis nigricans, estas decoloraciones se encuentran con mayor frecuencia en el cuello, las axilas y las ingles. La piel puede tener un tacto aterciopelado o volverse gruesa.

7. Se cura lentamente

Debido al agotamiento de la energía celular y al deterioro de la circulación, cuando se tiene diabetes, se cura lentamente. Incluso los pequeños cortes y rasguños tardan semanas o meses en cicatrizar, y la lentitud de la cicatrización aumenta el riesgo de infección de la piel.

8. Su visión es borrosa

Cuando los niveles de azúcar en sangre son elevados, pueden dañarse los pequeños vasos sanguíneos de los ojos, lo que provoca una visión borrosa. En muchos casos, una mejora en el control de la diabetes puede restaurar su visión, pero cuando la enfermedad no se trata, puede producirse una ceguera permanente.

9. Las manos y los pies le hormiguean o le duelen

La diabetes afecta a la circulación y provoca daños permanentes en los nervios del cuerpo. Este daño, conocido como neuropatía, suele producirse en las manos y los pies y da lugar a entumecimiento u hormigueo en los apéndices. Puede causar dolor o sentirse como alfileres y agujas.

10. Tienes infecciones por hongos

La levadura reside naturalmente en pequeñas cantidades en el cuerpo, pero cuando tienes diabetes, el exceso de azúcar proporciona una amplia cantidad de alimento para la levadura y a menudo resulta en infecciones por hongos. Estas infecciones se forman en la zona genital, así como en las axilas y la boca, lo que a veces se denomina aftas.

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