Fundamentos del salvamento de extremidades
El salvamento de extremidades ha ayudado enormemente a las personas afectadas por tumores malignos desde el cuello hasta la mano y desde la pelvis hasta el pie. Hace veinte años, para todos los pacientes, salvo unos pocos, un tumor maligno significaba una amputación. O bien el riesgo de dejar el tumor era demasiado grande, o bien no había medios viables para reconstruir la extremidad de forma que proporcionara una función aceptable tras la extirpación del tumor.
Afortunadamente, los espectaculares avances tecnológicos han hecho posible el tratamiento seguro de los tumores malignos sin recurrir a la extirpación de la extremidad. A veces, aunque no siempre, esto puede hacerse con pocos o ningún problema a largo plazo con la función diaria general de la extremidad.
Los cirujanos ortopédicos de la Clínica Cleveland fueron de los primeros del país en adoptar el salvamento de la extremidad como alternativa a la amputación en niños y adultos con tumores malignos; en resecar tumores complejos; y en emprender la reconstrucción utilizando hueso de aloinjerto y endoprótesis.
¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
Tratamientos médicos
Debido a que muchos tumores responden drásticamente a la quimioterapia y/o a la radioterapia, estos métodos suelen iniciarse antes de realizar cualquier intervención quirúrgica para extirpar el tumor. Esta estrategia, denominada «terapia neoadyuvante» o tratamiento preoperatorio, tiene dos ventajas importantes.
En primer lugar, si el tumor responde drásticamente, puede reducirse. Los tumores más pequeños suelen ser más fáciles de extirpar y pueden permitir al cirujano salvar algunos tejidos y estructuras clave, como nervios y vasos.
Segundo, la respuesta del tumor a la quimioterapia determina si ésta está funcionando. Si el tumor responde de forma espectacular, se continúa con la terapia. Si la respuesta es escasa o nula, la terapia debe interrumpirse o modificarse. Esta estrategia ha tenido un efecto dramático en nuestra capacidad de curar individuos con muchos tumores malignos. Esto es especialmente cierto en el caso del osteosarcoma. Antes de que se utilizara la quimioterapia, sólo uno de cada 20 pacientes con osteosarcoma se curaba, a pesar del uso agresivo de amputaciones. Nuestra experiencia en la Clínica Cleveland, y los informes de otros centros importantes, han demostrado que entre el 60% y el 65% de los pacientes con osteosarcoma pueden curarse sin amputación. Si el paciente responde bien a la quimioterapia para el osteosarcoma, tiene una tasa de supervivencia a largo plazo del 85% al 90%.
Tratamientos quirúrgicos
Previo a la operación
Salvar una extremidad requiere dos cosas. En primer lugar, el médico debe estar seguro de que puede extirpar el tumor de forma segura sin contaminar el campo de resección (derramamiento del tumor): la reaparición del tumor conllevará un aumento significativo del riesgo de morir por él. En segundo lugar, el médico debe tener un plan para la reconstrucción de la extremidad. Las imágenes por resonancia magnética y tomografía computarizada permiten al cirujano elaborar un plan quirúrgico detallado y han eliminado gran parte de la incertidumbre sobre la ubicación y la extensión de un tumor.
Post-operatorio
Una vez extirpado el tumor, comienza la reconstrucción. La reconstrucción puede incluir la reconexión o la sustitución de los principales vasos sanguíneos. En algunos casos, se dispone de métodos para la transferencia de músculos que sustituyan a los músculos extirpados. En otras situaciones, se pueden utilizar procedimientos avanzados de cirugía plástica para tomar prestados tejidos de otros lugares y trasladarlos a donde se necesiten. En algunos casos, se pueden realizar injertos de nervios o reparaciones de nervios.
Uno de los mayores retos a los que se han enfrentado los cirujanos ha sido la reconstrucción o sustitución de grandes segmentos de hueso perdido. Hay muchas opciones disponibles. Estas opciones pueden agruparse generalmente en tres categorías: reconstrucción con hueso de aloinjerto, reconstrucción con piezas metálicas (endoprótesis) y reconstrucción mediante regeneración de tejidos.
- Reemplazo de hueso de aloinjerto: La sustitución ósea con aloinjertos consiste en utilizar huesos que se han conservado de personas que han fallecido y, como regalo altruista, han donado órganos y tejidos. Estos donantes han sido cuidadosamente examinados para detectar enfermedades, como la infección por el VIH y la hepatitis. Los huesos de la persona que recibe el aloinjerto se adaptan al mismo y crecen en él, sustituyendo en parte el aloinjerto por el propio hueso de la persona. El rechazo del hueso es raro, ya que hay pocos fragmentos de las células del donante en el aloinjerto para inducir una reacción. El propio hueso es relativamente inerte. Los mayores problemas de la reconstrucción con aloinjertos son la posibilidad de infección, la fractura del injerto o el fracaso de la cicatrización entre el injerto y el hueso adyacente del paciente. Cada una de estas complicaciones se produce en un 10% de las ocasiones. La fractura y la no unión pueden tratarse normalmente con éxito. El tratamiento de un injerto infectado suele requerir la retirada del aloinjerto.
- Endoprótesis: Las endoprótesis metálicas (un reemplazo metálico implantable) han revolucionado el campo de la recuperación de extremidades. Las prótesis utilizadas para la reconstrucción de tumores deben sustituir tanto la superficie articular como un amplio segmento de hueso adyacente a la articulación. Hace diez años, la mayoría de estas endoprótesis se fabricaban a medida y requerían de cuatro a seis semanas de preparación, lo que impedía su uso en situaciones de urgencia. Hoy en día, tenemos un acceso casi inmediato a estas prótesis. Las prótesis pueden implantarse con o sin cemento óseo.
- Regeneración tisular: La regeneración tisular es un campo en rápida evolución. Los nuevos conceptos de ingeniería tisular están empezando a aplicarse a los procedimientos reconstructivos para mejorar los resultados de la recuperación de las extremidades. La ingeniería tisular utiliza combinaciones de células del propio paciente, materiales de matriz sintética y factores de crecimiento proteicos purificados para inducir la regeneración de los tejidos del propio paciente. La Clínica Cleveland es líder en este apasionante campo. Además, se puede transportar hueso y hacerlo crecer un milímetro al día (una pulgada al mes) mediante la técnica de Ilizarov o marco espacial.
- Fusión de una articulación: En ocasiones, cuando no hay suficiente músculo alrededor de una articulación para proporcionarle movilidad, el cirujano puede recomendar que se haga rígida la articulación haciendo que los extremos de la misma se curen juntos.
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
La función de una extremidad reconstruida con un aloinjerto o una endoprótesis depende principalmente de la fuerza de los músculos que rodean la articulación adyacente, y puede rivalizar con la función de una extremidad normal o de una prótesis de cadera o rodilla convencional. Cada técnica tiene ventajas e inconvenientes. Los aloinjertos tienen la desventaja de una mayor tasa de complicaciones tempranas (infección, fractura, no unión). Sin embargo, la ventaja de los aloinjertos es que se hacen más fuertes y es menos probable que requieran cirugía adicional con el tiempo.
En cambio, una endoprótesis tiene un menor riesgo de complicaciones tempranas, pero la probabilidad de necesitar cirugía adicional es mayor. La vida útil de estas prótesis se limita a una media de 15 años, a veces menos. Esto significa que una persona joven que se somete a una reconstrucción de este tipo es casi seguro que necesitará una revisión en el futuro. Las revisiones suelen poder hacerse sin comprometer el resultado funcional, pero son costosas y es preferible evitarlas.
¿Cómo me preparo para la cirugía?
- Complete las pruebas preoperatorias o los análisis prescritos por su médico.
- Prepárese para que alguien le lleve a casa desde el hospital.
- No tome aspirinas ni antiinflamatorios no esteroideos (AINE) una semana antes de la operación.
- Llame al centro quirúrgico correspondiente para comprobar la hora de su cita. Si su cirugía se realiza en Cleveland Clinic, llame al 216.444.0281.
- No coma ni beba nada después de la medianoche de la noche anterior a la cirugía.
¿Hay ejercicios que pueda comenzar ahora antes de la cirugía?
Los pacientes con procedimientos en las extremidades inferiores probablemente requerirán muletas. La fisioterapia, incluida la instrucción sobre el uso de muletas, es más fácil de realizar antes de la cirugía.
¿Qué debo hacer el día de la cirugía?
- Si actualmente toma algún medicamento, tómelo el día de la cirugía con un solo sorbo de agua.
- No lleve ninguna joya, piercing, maquillaje, esmalte de uñas, horquillas o lentes de contacto.
- Deje los objetos de valor y el dinero en casa.
- Lleve ropa holgada y cómoda.
¿Qué ocurre después de la cirugía?
Se le proporcionará una hoja de instrucciones postoperatorias.
¿Cuánto dura el período de recuperación después de la cirugía?
El período de recuperación depende de la lesión ósea y de la ubicación. La cicatrización de la herida tarda unas dos semanas. Si la cicatrización ósea es necesaria, el médico puede exigir a los pacientes que protejan la extremidad durante seis semanas de fuerzas importantes, como la carga completa de peso.
¿Cuál es la rehabilitación después de la cirugía?
Dependiendo del procedimiento, puede ser necesaria la fisioterapia para el uso de muletas, la amplitud de movimiento y el fortalecimiento.
¿Cómo puedo manejarme en casa durante la recuperación del procedimiento?
Se proporcionarán instrucciones del médico. Estas variarán según el procedimiento.