Resumen
El legado político y cultural de Ricardo Flores Magón (n. San Antonio Eloxochitlán, 16 de septiembre de 1873; fallecido en la Penitenciaría de Estados Unidos, Leavenworth, Kansas, 21 de noviembre de 1922,) se ha convertido en un componente integral de las historias de la Revolución Mexicana, de los mexicanos y chicanos en Estados Unidos y de las revoluciones sociales globales. A pesar de ser considerado por los historiadores y el Estado mexicano como un «precursor» de la revolución nacional, las actividades políticas de Flores Magón precedieron y sobrepasaron la cronología aceptada de la Revolución (1910-1920), así como las fronteras de México. Aunque la literatura histórica sobre la Revolución es extensa, las implicaciones globales y radicales del evento como revolución social son a menudo subestimadas.
A través del Partido Liberal Mexicano (PLM) y del periódico Regeneración, Flores Magón movilizó un movimiento social transnacional en 1906 y continuó inspirando la revuelta popular a través de sus escritos sobre anarquismo y revolución hasta su muerte en 1922. Muchos de los miembros del PLM (a menudo denominados inexactamente adherentes ideológicos de Flores Magón, o magonistas) siguieron participando en la actividad revolucionaria mucho después de que la organización se disolviera. Incluso muerto, Flores Magón sigue inspirando movimientos revolucionarios en México, Estados Unidos, América Latina y Europa. Por lo tanto, la historia de Ricardo Flores Magón se cruza con varias historias locales y globales de resistencia a lo largo del siglo XX.