He estado viendo todo el asunto de #AskELJames con interés. No he leído 50 sombras. Leí el primer capítulo y decidí que no era para mí. Así que no puedo opinar sobre los libros. Lo que me interesa es el debate sobre las relaciones abusivas que ha planteado (otra vez).
Como ya he dicho, no he leído 50 sombras. Pero sí he leído Crepúsculo, y la relación entre Bella y Edward me parece realmente inquietante. En primer lugar, Bella habla de querer ser independiente y no casarse, etc., pero en realidad lo único que quiere es ser de Edward: mente, cuerpo y alma. Incluso cuando él le dice que va a perder su alma, a ella no le importa. Quiere ser suya. Tanto es así que, cuando él la deja para volver a representar la trama de Romeo y Julieta, ella se desmorona y podría estar muerta. Así que el mensaje es: chica, sin tu hombre, no eres nada. Nada, te digo. Mejor lánzate por un acantilado sólo para tener una visión de él en caso de que tus neuronas te disparen imágenes de él mientras mueren.
Luego está el comportamiento controlador. No está bien separarla de sus amigos, decirle dónde puede ir, qué puede hacer. No es protector, es prepotente. ¿Y eso de entrar en su habitación para verla dormir? Ewwww. No está bien. Me da igual que brille a la luz del día.
Cifty Shades es claramente una fantasía erótica dirigida al lector adulto. Crepúsculo está dirigido a chicas jóvenes. No hay sexo en ella (no hasta que se casan y nada gráfico incluso entonces), pero eso no significa que sea una lectura adecuada. Como historia de amor, es muy divertida. Soy lo suficientemente adulta como para darme cuenta de que Bella no es un modelo a seguir y que Edward es un personaje inventado. No me ha entusiasmado, pero entiendo que pueda atraer a las mujeres de mi edad porque nos recuerda algo que anhelábamos cuando éramos adolescentes. Pero he hablado con adolescentes muy jóvenes que están tan enganchados que lo ven como un reflejo de algo real. Quieren ser Bella y tener a su Edward, aunque él intente dominar todos los aspectos de su vida. No ven que «es sólo porque me quiere» es una excusa peligrosa.
Una de las cosas que traté de entender cuando escribí el Doctor Enero es por qué una joven normal y bien adaptada se dejaría acosar por un hombre que se supone que la ama y por qué, cuando había escapado de él una vez, seguía volviendo a él, una y otra vez. Escribir a Beth fue difícil porque la mayoría de las veces quería sacudirla y gritar «vete, vete». Era difícil mostrar que no era una persona que iba por ahí con el título de «víctima» estampado en la frente. Por suerte para mí, Hibs ya estaba enamorado de ella y vio sus puntos fuertes. Gracias a Hibs, en muchos sentidos. (También es muy guapo y puede que me guste un poco – y sí, sé que es ficticio, lo que lo hace mejor porque no dejará sus calcetines sucios por ahí ni nada desagradable como eso).
¿Podemos, como lectores, separar la ficción de la vida real? Utilizan los adolescentes a las personas de los libros como modelos de conducta? ¿Qué opinas?
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