Piloto que llegó a competir en F-1, Alejandro De Tomaso era argentino. Valiente, decidió producir sus propios coches en Módena, el patio trasero de Ferrari. Alejandro comenzó construyendo el chasis que usaría en la pista añadiendo un motor de Maserati y más tarde de Ford, pero fue como creador de superdeportivos que encontró su camino, incluso en medio de mucha competencia local.
El primer modelo de calle de la marca apareció en el Salón de Turín de 1963. Era el Vallelunga, con su motor Ford Cortina 1.5. En 1966 llegó el Mangusta, diseñado por Giorgetto Giugiaro, y en 1970 llegó la obra maestra de De Tomaso, el Pantera.
Fue la cúspide de la asociación entre la marca y Ford, que ya había estado intentando comprar Ferrari. Lanzado en el Salón de Nueva York, el Pantera era un recauchutado de los éxitos de competición de Ford en los años 60, especialmente el GT 40. Sobre una estructura monocasco, su carrocería de acero diseñada por el estadounidense Tom Tjaarda, del estudio Ghia, era moderna y típicamente italiana.
Detrás de los asientos estaba el motor Ford 351 V8 de 5,8 litros y 310 CV y la caja de cambios manual ZF de cinco velocidades. La suspensión era independiente en las cuatro ruedas, todas con frenos de disco. Pasó de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y alcanzó los 260 km/h. En Estados Unidos se vendió con autorizaciones Lincoln-Mercury, con elevalunas eléctricos y aire acondicionado.
El Pantera hace honor a su nombre, como demuestra el ejemplo de 1972 de las fotos. Sus respuestas son agresivas y la aceleración es violenta. Controlar el pie es esencial. Justo detrás del piloto, el motor hace vibrar todo el cuerpo. A través del espejo retrovisor, se puede ver cómo tiembla el filtro de aire. Sientes las imperfecciones del asfalto en tus manos.
El cinturón de seguridad puede utilizarse en tres puntos, sólo en el cinturón de cadera o sólo en el transversal. Los cambios se facilitan gracias a la parrilla clásica, aunque la palanca y el embrague son relativamente pesados.
La asociación entre De Tomaso y Ford finalizó a finales de 1974, y con ella, la importación del Pantera a Estados Unidos. Pero las nuevas versiones renovarían los ánimos del felino y reforzarían su atractivo para la preparación y la personalización.
El Pantera GT5 de 1980 ganó varios elementos aerodinámicos que hacían más pesado su aspecto. Cinco años más tarde, el GT5-S supuso el primer cambio importante en el aspecto, con un nuevo frontal.
El creador del Lamborghini Miura y del Countach, Marcello Gandini, actualizó el diseño del Pantera en 1989, junto con mejoras mecánicas y estructurales. El aspecto se volvió más rectilíneo y cargado, con alerones y accesorios aerodinámicos. El modelo utilizaba ahora un chasis tubular. Las llantas de aleación con frenos Brembo ventilados y la nueva suspensión completaron el paquete.
En 1991, recibió un V8 de 5 litros de Ford, con mucha electrónica y 305 CV. El Pantera no moriría hasta 1993, tras 23 años de vida, lo que demuestra el tamaño del aliento de esta fiera.
AMC AMX/3
Un caso cercano al del Pantera es el AMX/3 (arriba). Diseñado por Richard Teague para AMC, el concepto fue producido en Turín, con un 6.4 V8 de 345 CV. El proyecto se canceló después de que se hicieran seis coches debido a problemas de precio, emisiones y normas de seguridad.