Hoy mismo estaba leyendo el blog de mi amigo Brad Osborne, donde había publicado recientemente un hermoso poema titulado Amanecer.

El poema me trajo recuerdos de un debate que tuve hace varios años con uno de mis hijos sobre si preferíamos ver un amanecer o ver un atardecer.

Teníamos opiniones opuestas; yo soy de los que amanecen, mi hijo prefiere los atardeceres.

No me malinterpretes. Me encanta ver una hermosa puesta de sol tanto como al que más. Pero si tuviera que elegir, me quedaría con ver el amanecer.

Cuando pienso en un amanecer, pienso en nuevos comienzos, en un día lleno de posibilidades. El amanecer trae consigo una sensación de anticipación: ¿qué harás con este regalo de un nuevo día que se te acaba de dar? Representa la esperanza.

Una puesta de sol, en cambio, me recuerda que la oscuridad está en camino, que el fin ha llegado. Es posible que al recordar el día acabes juzgándolo como un buen o un mal día.

Con un amanecer, en cambio, es probable que sólo tengas buenos pensamientos sobre lo que te puede deparar el día.

¿Y tú? ¿Eres de los que amanece o de los que se pone el sol?

Si pudieras, me encantaría que hicieras la sencilla encuesta que hay a continuación, la primera que he probado en mis cinco años de blogger. Gracias de antemano por participar.

Ver encuesta

P.D. Después de decidirme a escribir sobre el amanecer frente al atardecer, me encontré con un post de otro amigo bloguero que casualmente escribió un hermoso homenaje al amanecer que presenció esta mañana. Parece que los amaneceres estaban en la mente de algunas personas esta semana.

*imagen de Surfer Today

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