Una rutina de pensamiento es una breve serie de pasos que guían tu proceso de pensamiento. Son simples y fáciles de usar. Lo mejor de todo es que si se anima a los estudiantes a utilizarlas con regularidad, crecerá su confianza, mejorará su pensamiento crítico y habrá discusiones más abiertas.
¿Qué son exactamente las rutinas de pensamiento?
Cuando hablamos de rutinas en el aula, solemos referirnos a las rutinas físicas y sociales básicas, ya sea la gestión del aula (es decir, quién se sienta dónde, toma de asistencia) o la gestión del comportamiento (cómo reaccionamos ante los distintos comportamientos de los estudiantes).
Las rutinas de pensamiento llevan la idea un paso más allá, y aplican la idea de las rutinas al aprendizaje.
Las rutinas de pensamiento son formas de animar a sus alumnos a procesar la información para el aprendizaje y a interactuar intelectualmente.
Rutinas de pensamiento Ejemplo
Probablemente la rutina de pensamiento más conocida / utilizada se llama ‘Think-Pair-Share’.
En esta rutina de pensamiento, los alumnos:
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Piensan: en su respuesta a la entrada (una pregunta, un problema o una situación)
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Comparten: discuten sus pensamientos en parejas.
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Compartir: sus pensamientos con los demás.
¿De dónde vienen las rutinas de pensamiento?
De una u otra forma, las rutinas de pensamiento se han utilizado en la enseñanza durante mucho tiempo.
Sin embargo, un enfoque formalizado para la recopilación y clasificación de estos parece (de mi propia búsqueda) haber venido del Proyecto Cero, un proyecto de la Escuela de Graduados de Educación de Harvard, iniciado en 1967.
Entre los muchos proyectos educativos que han emprendido, su proyecto de Pensamiento Visible se ha centrado en las rutinas de pensamiento. De su sitio web:
«Las Rutinas de Pensamiento guían vagamente los procesos de pensamiento de los alumnos y fomentan el procesamiento activo.»
Grandes rutinas de pensamiento que puedes utilizar ahora
Ya hemos visto ‘Piensa-Pareja-Comparte’, así que vamos a explorar otras cinco rutinas de pensamiento que puedes utilizar en tu próxima clase:
Ve-Piensa-Maravilla
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¿Qué ves?
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¿Qué crees que está pasando?
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¿Qué te hace pensar?
Cómo se usa:
Ver: Muestre a los alumnos una imagen, un objeto o un clip de vídeo – ¡cualquier cosa que sea intrínsecamente interesante!
Déjelos mirar, u observar, y pensar en silencio para formar sus propias opiniones. En este punto no deberían interpretar lo que ven, sólo anotar las cosas que podrían «tocar» en la imagen/vídeo.
Piensa: Pregunte a sus alumnos qué creen que está ocurriendo. ¿Qué piensan? ¿Por qué? ¿Qué les hace pensar eso? ¿Qué más está sucediendo?
Maravilla: ¿Qué les hace preguntarse? Qué preguntas les hace plantear? Tenga cuidado de que los alumnos no se pregunten si su pensamiento de antes es «correcto», sino que amplíen sus preguntas a cuestiones más amplias.
Notas:
Después de cada etapa, es una buena idea permitir que los alumnos hablen entre sí para comparar sus ideas. El trabajo en parejas o en pequeños grupos es ideal.
Pensar-Puzzle-Explorar
Esto es genial para activar el conocimiento previo, preguntarse y planificar.
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¿Qué crees que sabes?
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¿Qué te intriga sobre este tema?
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¿Cómo puedes explorar el tema?
Cómo utilizarlo:
Piensa: pregunta a tus alumnos qué creen saber sobre un tema. Dé a los alumnos tiempo para pensar. Puede pedir a los estudiantes que compartan, y entonces podrían surgir nuevas ideas de la puesta en común.
Puzzle: pregunte a los estudiantes qué preguntas tienen, o qué les desconcierta, sobre este tema. Puede ayudar a facilitar la tarea formulando otras preguntas, como qué sería interesante aprender sobre el tema, qué aspecto les resulta curioso, etc.
Explorar: pregunte a los alumnos cómo podrían ir a buscar una solución o una respuesta. ¿A quién preguntarían? ¿Dónde encontrarían más información? ¿Cuál sería el primer paso para resolver el problema?
Notas:
Esto puede hacerse y compartirse juntos en pequeños grupos o parejas, o presentarse a otros grupos al final.
Puntos de la brújula
Esto es genial para descubrir opiniones personales, tomar decisiones y planificar. Comienza con los puntos de la brújula:
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E = Emociones: ¿Qué te entusiasma de este tema?
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W= Preocupaciones: ¿Qué le preocupa de este tema?
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N=Necesidades: ¿Qué necesitas averiguar?
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S=Postura, Pasos o Sugerencias. ¿Cuál es tu postura? ¿Cuáles son los siguientes pasos? O ¿qué sugerencias tienes?
Cómo usarla:
Suelo hacer esta rutina en parejas, para fomentar la discusión en cada paso. Se puede hacer individualmente, pero sólo servirá para practicar la escritura.
Para preparar la actividad, necesitarás trozos grandes de papel en cada una de las cuatro paredes, uno para cada uno de los puntos cardinales. Los alumnos pegarán sus escritos en ellas más tarde.
Da a los alumnos una indicación: puede ser un acontecimiento, una imagen o un videoclip, una afirmación o una pregunta. Cualquier cosa que le guste.
E = Emociones: Pregunte a los alumnos qué les parece emocionante del tema. ¿Qué es positivo? Déles tiempo para que discutan en parejas y luego tome notas. Si no están entusiasmados, pregúntales por qué otras personas podrían estarlo. A continuación, pídales que coloquen sus ideas en el papel ‘E’.
W=Preocupaciones: pregunte a los alumnos qué preocupaciones tienen sobre este tema, y repita el proceso para ‘E’.
N=Necesidades: pregunte a los alumnos qué necesitan averiguar para saber más, y repita el proceso.
S=Postura: lo mismo para la postura de los alumnos, o pídales sus sugerencias y/o próximos pasos.
Notas:
Si la gestión de tu aula está en su punto, puedes dividir a los alumnos en cuatro secciones, y hacer que cada sección comience con un punto de compás diferente.
Entonces, cuando coloquen sus pensamientos en el papel a partir de la segunda vez, podrán leer las opiniones de los demás y discutir en su pareja.
Chalk Talk
Bueno para averiguar los conocimientos e ideas previas, y cuestionar lo que los alumnos saben. Excelente para practicar la escritura y dar a todos la oportunidad de compartir sus ideas.
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¿Qué ideas tienes sobre este tema?
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¿Qué piensas de las ideas de los demás?
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¿Qué preguntas te surgen al pensar en todo esto?
Cómo usarla:
Para esta rutina, asegúrate de elegir una buena palabra, frase o pregunta de inicio.
Presenta: Compártala con los alumnos (en la pizarra). Pídales que piensen en las ideas o respuestas que tienen a la pregunta y que las escriban.
Circular: Los alumnos pasan sus papeles a la persona de la izquierda. Déles tiempo para que lean y, a continuación, puede pedirles que escriban su respuesta (y seguir circulando) o mantener una conversación en voz alta con el escritor original (tendrán que turnarse).
Facilitar: como profesor, sea consciente de que tendrá que ayudar a los alumnos más débiles o más callados sugiriendo o insinuando ideas, haciendo comentarios útiles y ayudando cuando los alumnos se atasquen.
Notas:
Se trata de una actividad poco habitual en un aula de idiomas, ya que es una conversación silenciosa, llevada a cabo a través de la escritura.
Si los alumnos son más débiles, existe la posibilidad de que trabajen en grupos de un nivel similar. Sólo hay que tener en cuenta que los alumnos más débiles se «escondan» y dejen que los demás hagan todo el trabajo.
Conectar-Extender-Reto
Esta es una gran rutina para hacer conexiones entre ideas, encontrar nuevas ideas y generar preguntas.
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¿Cómo está conectado el tema con lo que ya sabes?
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¿Qué nuevas ideas obtuviste que ampliaron tu pensamiento?
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¿Qué desafíos o preguntas han surgido a partir de las nuevas ideas que se han presentado?
Cómo utilizarlo:
Elija una historia, un fragmento de lectura, un video o algo similar que sea interesante y nuevo para los alumnos. Diga a los alumnos que probablemente van a aprender algo nuevo, y dígales que va a preguntarles cómo se conecta con sus conocimientos actuales.
Conecte: Muestre / lea el tema elegido, y pida a los alumnos que anoten lo que han pensado, y cómo se conecta con sus conocimientos actuales.
Amplíe: pregúnteles cómo se ha ampliado o cambiado su pensamiento. Anotar, discutir.
Desafiar: pregunte a los alumnos los retos o preguntas que han surgido a partir de las nuevas ideas que se han presentado.
Notas:
Puede pedir a los alumnos que discutan en parejas o en pequeños grupos después de cada etapa.
Beneficios de las Rutinas de Pensamiento
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Son fáciles de usar y no requieren formación adicional
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Hacen visible el proceso de pensamiento, lo que puede dar un ejemplo sólido a los alumnos más débiles. Este apoyo puede ayudar a respaldar sus propios pensamientos
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Pueden crear una cultura de pensamiento crítico en sus clases
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Son adaptables – se pueden utilizar para casi cualquier tema o habilidad que se esté enfocando en la clase.
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Son altamente transferibles – los alumnos pueden utilizarlas en otras asignaturas y fuera del aula.
¡Espero que estas rutinas de pensamiento te hayan resultado útiles!