Líder de los magos leales, primera encantadora del Círculo de Montissard y maga oficial de la Corte Imperial de Orlesia. Madame de Fer o Vivienne de Dragon Age Inquisition es una mujer de gran estatus y poder.
Escrita por la escritora de Bioware Mary Kirby y con la voz de la actriz de Juego de Tronos Indira Varna, Dragon Age Inquisition dio vida a Vivienne en la última entrega de la serie Dragon Age. En el mundo de Dragon Age, la raza describe la especie de las distintas formas de vida que existen, es decir, humano, elfo, enano o qunari, por lo que Vivienne no es «negra» tal y como la definimos en el mundo real, pero el diseño de su personaje, su estética y su historia se basan en gran medida en una mujer negra de piel oscura. Su nariz y labios carnosos, su cabeza afeitada, sus pómulos altos y sus modales recuerdan a Alek Wek y Naomi Campbell. Vivienne es inteligente, autosuficiente, ambiciosa y elocuente, con una personalidad opulenta que hace juego con su ropa ornamentada. Resumiendo: mata.
Ser un mago en el mundo de Thedas (el mundo de Dragon Age), como hemos visto en los juegos anteriores, es una vida de ostracismo y contención de la Capilla, el cuerpo religioso gobernante. Los magos se ven obligados a vivir en Círculos, instituciones creadas como lugar para que los magos vivan y aprendan a usar sus poderes de forma segura, lejos del público en general. Los dos primeros juegos de la serie Dragon Age mostraban que la vida en estas torres de magos era más bien una cadena perpetua, con muy pocas visitas al exterior pero fuertemente vigiladas. Los magos a menudo son apartados de la vida fuera del Círculo y sin ninguna agencia real o poder para cambiar su posición.
Este no es el caso de Vivienne. Ella fue llevada a vivir al Círculo cuando era niña. Como maga y dentro del Círculo aprendió a sacar el máximo partido a su situación y a aprovechar las oportunidades que se le presentaban. Gracias a su tenacidad y a su ingenio pudo conseguir un puesto de Primera Encantadora, la líder del Círculo, en el que vivió. Incluso convirtió un puesto con la Emperatriz de Orlais que antes no era más que un bufón de la corte en uno de verdadero poder político. Se hizo a sí misma indispensable para los tejemanejes de Orlais, y estuvo increíble mientras lo hacía.