El propósito de la gestión de recursos humanos radica en la utilización con éxito de las personas para alcanzar objetivos tanto específicos como organizativos. Esto incluye tanto el personal (es decir, la contratación de empleados y el mantenimiento de la información de los empleados); y la función de la nómina (la retención de la información de los empleados asociados con el pago de los empleados). La gestión de los recursos humanos suele significar la contratación, mejora y conservación de empleados suficientemente capacitados para llevar a cabo las actividades esenciales para alcanzar los objetivos de la organización.
4 Objetivos principales de la gestión de los recursos humanos
Definir la estructura organizativa e impulsar la productividad
La gestión de los recursos humanos es un método para lograr la competencia e impulsar la eficiencia en el trabajo de la organización. Por lo tanto, su principal determinación sigue siendo el cumplimiento de los objetivos de la organización. Tiene que beneficiar a las organizaciones trazando objetivos claramente definidos y alcanzándolos.
Además de cumplir los objetivos organizativos, la Gestión de Recursos Humanos también describe los problemas clave de los que hay que ocuparse y rige las normas y las urgencias. Engendra la eficacia organizativa, contratando a personas eficientes, formándolas y empleando eficazmente a los trabajadores.
También debe desarrollar el servicio que la organización presta a la sociedad a través de la estructuración de la confianza de los empleados en una dirección positiva, que está al frente del rendimiento individual y grupal eficaz.
Construir la coordinación entre los departamentos de la organización
La Gestión de Recursos Humanos es responsable de la coordinación y la funcionalidad armoniosa dentro, y entre los diferentes departamentos. Los recursos se organizan para lograr los objetivos empresariales. Además, hay que asegurarse de que hay una utilización funcional y un crecimiento total de los recursos humanos.
La Gestión de Recursos Humanos debe tener como objetivo hacer un uso eficaz de la fuerza de trabajo a través de la dirección adecuada de los sectores de la organización. Esto incluye el perfeccionamiento de las condiciones para obtener resultados exitosos, mediante la toma de decisiones apropiadas sobre la planificación de los recursos humanos, la contratación, la evaluación, las recompensas, la formación y el perfeccionamiento y las asociaciones de personal que sean fiables y sostengan la estrategia empresarial.
Ofrecer satisfacción a los empleados
Se ha vuelto más difícil que nunca para las empresas contratar y mantener a personas capaces debido a la creciente competencia mundial. A ello se suma la falta de personal suficientemente cualificado. Por ello, se convierte en una prioridad innegable para la Dirección de Recursos Humanos contratar y formar a los talentos adecuados.
Hay que asegurarse de que existe un ambiente de respeto entre las personas de la organización y se atienden las necesidades individuales. Las estrategias, políticas e ideas de RRHH para la mejora individual deben estar cohesionadas con los objetivos estratégicos de la organización.
Debe gratificar los objetivos individuales de los empleados para que los objetivos personales y los de la organización puedan estar alineados, conduciendo a alcanzar la máxima productividad y estableciendo una cierta ventaja competitiva.
Mantenerse al día con los modelos sociales y éticos
Debe ser responsabilidad de la gestión de los recursos humanos asegurar que las cuestiones legales, éticas y de entorno social sean tratadas adecuadamente. Debe asegurarse de que los recursos humanos se tratan de forma oficial y conforme, y de que se reconocen y cumplen sus requisitos. También debe tener en cuenta la ética de la sociedad y asumir la responsabilidad social.
También debe intentar mejorar la ventaja competitiva de la organización a través de estrategias sociales, adaptándose éticamente a las necesidades y los retos que surgen en la sociedad. Los objetivos sociales también implican cuestiones legales como la igualdad de oportunidades y la igualdad salarial, a las que hay que prestar la debida atención.