Monocitos: ¿cuáles son los valores normales?

Los monocitos son células encargadas de las defensas inmunitarias, junto con los glóbulos blancos. Nacen en la médula ósea y son las células más grandes que circulan en la sangre. A partir de su actividad de limpiar la sangre de células viejas o destruir virus y bacterias evolucionan hacia otro tipo de células. En realidad su vida útil es muy corta y rápidamente se convierten en macrófagos. Su nivel normal en la sangre se mide de formas diferentes. ¡Aprende más sobre los monocitos!

¿Cuál es el papel de los monocitos?

Los monocitos son un tipo de glóbulos blancos, de los cuales hay 5 familias. Se trata de células grandes que circulan en la sangre y tienen una función esencial: fagocitar bacterias, virus y parásitos. Esta función se denomina fagocitosis.

Se reproducen y desaparecen muy rápidamente: su vida útil es de aproximadamente tres días. Cuando el organismo se ve atacado por una infección o enfermedad, la médula ósea libera urgentemente monocitos para que acudan en su ayuda.

Para cumplir su función, los monocitos se diferencian en dos tipos de células, según el tejido en el que se ubican:

• Macrófagos. Son los encargados de destruir los patógenos y restos de células pequeñas.
• Células dendríticas. También fagocitan patógenos. Se ubican principalmente en el timo y la epidermis. Activan la producción de linfocitos B y T para fortalecer el sistema inmunológico.

Valores normales de monocitos

Los monocitos se evalúan mediante un análisis de sangre llamado hemograma. Este análisis determina los valores de todos los componentes de la sangre: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.

Los valores expresan el recuento de monocitos por milímetro cúbico de sangre. El total de glóbulos blancos normalmente en la sangre es de 11.000mm3, y los monocitos representan del 2 al 10% de todos los glóbulos blancos. El nivel normal se encuentra entre 600 a 1000/mm3 aunque según otros estudios puede estar en 200 a 750 unidades por mililitro.

Así, los valores normales serían:

• Varones y mujeres adultos: 80 a 1000/mm3.
• Niños: 100 a 1500/mm3.

Dado que los monocitos se producen a demanda del organismo, si una persona tiene buena salud es normal que su nivel sea bajo.

Causas de niveles demasiado altos o bajos de monocitos

Los valores normales de los monocitos pueden verse alterados por distintas enfermedades. Sin embargo, hay un caso de elevación normal del número de monocitos: el embarazo. Durante las primeras etapas del embarazo se produce una estimulación inmunitaria importante, para que el organismo materno acepte el embrión aunque se trate de un cuerpo extraño.

Una tasa demasiado baja se denomina monocitopenia. Puede ser causada por un trastorno de la médula ósea, una infección en la sangre o por efectos de una quimioterapia, que hace más lenta la formación de células a través de la médula. Una monocitopenia expone a un riesgo mayor en caso de infecciones.

Un nivel alto se conoce como monocitosis. Podría ser la primera reacción a una enfermedad infecciosa. Las infecciones crónicas también pueden ser una causa. El tipo de monocitos en aumento también permite deducir si se trata de una infección de origen bacteriano o viral. Otro caso es la anemia refractaria, que es una anemia severa que afecta todas las células sanguíneas.

Sin embargo, hay dos enfermedades graves que causan el aumento de los monocitos:

• Leucemia monocítica aguda: es un cáncer de la sangre que afecta solo a los monocitos.
• Leucemia mielomonocítica: otro tipo de cáncer de la sangre que afecta varios tipos de células sanguíneas, incluidos los monocitos.

En realidad, para diagnosticar alguna enfermedad, se tienen en cuenta no solamente el recuento de monocitos sino también los macrófagos y el total de glóbulos blancos.

Síntomas y tratamiento de las enfermedades de los monocitos

En general un nivel alto o bajo de monocitos no causa síntomas. Sin embargo, los pacientes pueden mostrar síntomas del trastorno que está causando la alteración. A veces el problema se descubre cuando se realiza un hemograma completo como rutina o para evaluar cualquier otro problema.

El tratamiento depende de la causa de un nivel demasiado alto o demasiado bajo de monocitos. Cuando es una situación transitoria o reactiva, por ejemplo una infección bacteriana, el tratamiento de la infección permite restaurar el nivel normal de monocitos en unas pocas semanas.

Sin embargo, cuando el trastorno está relacionado con cánceres o neoplasias, el tratamiento depende de la enfermedad y otros fármacos que esté recibiendo el paciente. No es buena idea recibir dos tratamientos a la vez, de este nivel.

Tratamientos comunes para restablecer el nivel de monocitos

Los tratamientos más habituales son:

• Antibióticos para tratar las infecciones.
• Sesiones controladas de quimioterapia.
• Trasplante de células madre.
• Trasplante de médula ósea.

Estos dos últimos tratamientos son difíciles como cualquier otro trasplante, tanto a nivel físico como emocional. Además pueden pasar meses antes de saber si el trasplante dio resultado. La ventaja es que puede realizarse un autotrasplante, recolectando células madre del propio organismo.