29 de agosto de 2019 a las 4:25pm ET
Anthony Alaniz
Por: Anthony Alaniz

Es una aceleración brutal.

Gracias a los avances tecnológicos, los superdeportivos ofrecen hoy en día niveles de rendimiento sin precedentes. Crear cantidades masivas de caballos de fuerza es fácil. También es fácil poner toda esa potencia en el suelo, gracias a los sistemas de control de tracción y estabilidad y al control de lanzamiento, que ayuda a los coches a acelerar desde la parada. El vídeo de arriba es del interior de un Lamborghini Huracán muy modificado. La descripción del vídeo dice que el Huracán tiene doble turbocompresor, y lo creemos después de ver el coche en acción.

El vídeo es increíblemente corto, 22 segundos, pero inmensamente agradable. El Lamborghini acelera a una velocidad demencial, alcanzando las 124 millas por hora (200 kilómetros por hora) en sólo siete segundos. Hay coches a la venta que no alcanzan ni la mitad de esa velocidad en el mismo tiempo. Pero este no es el típico coche. Se trata de un coche muy modificado. Todo lo que sabemos es que está turboalimentado. No sabemos si utiliza el mismo V10 de 5,2 litros con el que viene el Huracán de serie o qué otras modificaciones se hicieron para aumentar el rendimiento.

Lo que le falta al vídeo en cuanto a duración lo compensa en cuanto a calidad de audio. El vídeo comienza con el Lamborghini rebotando en el limitador de revoluciones antes de que el conductor dé rienda suelta a toda la potencia y el par del Huracán. La primera marcha pasa zumbando con el ruido del motor; sin embargo, el zumbido de los turbocompresores entra cuando se cambia a la segunda marcha, los dos sonidos se funden en una sinfonía de perfección automovilística mientras el Huracan pasa por las marchas hasta un poco más de 124 mph cuando el conductor suelta el gas.

Vídeos como éste son fascinantes de ver. Podemos ver cómo el velocímetro se dispara a velocidades ilegales y, sin embargo, nos sentimos desconectados de él. Conducir es una experiencia sensorial. El sonido es sólo una parte del encuentro global que muchos de nosotros disfrutamos incesantemente. Está la sensación de aceleración: sientes cómo se levanta la parte delantera del coche, el peso en medio del pecho te empuja hacia el asiento, el corazón se acelera. El vídeo es emocionante de ver, pero no hay nada que sustituya al asiento del conductor.

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