Las pruebas más comunes para diagnosticar el mesotelioma pericárdico son:
Ecocardiograma: Prueba diagnóstica que utiliza ondas sonoras para rastrear el funcionamiento del corazón. Síntomas como el engrosamiento del pericardio pueden perjudicar las funciones regulares del corazón. Un ecocardiograma puede detectar signos de funcionamiento anormal y ayudar a diagnosticar el mesotelioma pericárdico.
Citología de efusión: Un patólogo examina una muestra de líquido sospechoso en busca de rastros de mesotelioma. Los médicos extraen el líquido de la acumulación alrededor del corazón, un procedimiento conocido como pericardiocentesis. Este procedimiento tiene una tasa de éxito del 20 por ciento en la confirmación del mesotelioma.
Pronóstico
Los pacientes diagnosticados de mesotelioma pericárdico tienen un pronóstico menos favorable que los pacientes con mesotelioma pleural o peritoneal. Dado que el mesotelioma pericárdico es raro, no se observa con tanta frecuencia como los otros tipos. Se realizan menos investigaciones sobre el mesotelioma pericárdico, lo que ha dado lugar a métodos menos refinados de diagnóstico y tratamiento.
La esperanza de vida media de la mayoría de los pacientes con pericardio es inferior a un año.
Pero hay pruebas de que los pacientes viven más tiempo que antes. Las personas que buscan ensayos clínicos tienen más opciones de tratamiento y más posibilidades de mejorar su pronóstico.
Aprenda más sobre los ensayos clínicos y otras opciones de tratamiento poniéndose en contacto con nuestro Equipo de Ayuda al Paciente.