Síntomas de la menopausia
A medida que los ovarios disminuyen su función, producen cantidades cada vez menores de la hormona estrógeno, iniciando así sutiles reordenamientos en la actividad hormonal de las glándulas que controlan la función reproductiva. La deficiencia de estrógenos, durante la menopausia y en general, hace que el útero y las mamas disminuyan de tamaño y que la mucosa vaginal se vuelva atrófica y seca. Además, las relaciones sexuales suelen ser dolorosas (dispareunia).
Un síntoma común de la disminución de la producción de estrógenos durante la menopausia son los «sofocos», que se caracterizan por una sensación de calor en la cara y la parte superior del cuerpo, enrojecimiento de la piel, sudoración, taquicardia (aceleración del ritmo cardíaco), irritabilidad y dolor de cabeza. Un sofoco suele durar unos minutos y puede ir seguido de una sensación de frío e incluso de escalofríos. Aproximadamente el 75% de las mujeres tienen sofocos en el momento de la menopausia, y alrededor del 30% pueden seguir teniéndolos cinco años después. La frecuencia de los sofocos varía desde uno o dos al día hasta uno por hora. Los sofocos pueden ser una fuente de vergüenza y pueden interferir con el sueño. Parecen estar causados por una repentina activación nerviosa autonómica que estimula la dilatación de los vasos sanguíneos que irrigan la piel, lo que provoca un aumento de la temperatura cutánea.
Otros síntomas fisiológicos asociados a la menopausia son la disminución de la libido y la sequedad y atrofia de la piel. Algunos de estos síntomas pueden deberse en parte a reajustes en la actividad hormonal de las glándulas suprarrenales y tiroideas, ya que las actividades metabólicas de estas glándulas están interrelacionadas y se asocian con algunas acciones de los estrógenos. Muchas mujeres se quejan del aumento de peso durante la menopausia, y en ocasiones esto está relacionado con la disminución de la función tiroidea. Sin embargo, la menopausia no está necesariamente asociada a cambios inusuales en el aspecto físico y la forma física. Muchas mujeres menopáusicas experimentan síntomas psicológicos, como cambios en el estado de ánimo, depresión y sensación de falta de bienestar; el nerviosismo, los dolores de cabeza y los mareos son quejas comunes. El miedo a envejecer o la alteración del modelo de vida pueden precipitar los síntomas psicológicos.
M. Edward DavisRobert D. Utiger