Los divorcios tienen muchos aspectos conflictivos, desde la división de los bienes y activos hasta la concesión de la custodia de los hijos. Una de estas cuestiones tan controvertidas es la de la manutención del cónyuge. Los tribunales suelen conceder la manutención o la pensión alimenticia al cónyuge que ha mantenido al miembro con ingresos del matrimonio, emocionalmente o quedándose en casa para criar a los hijos. Este no es el único ejemplo en el que un juez puede conceder una manutención al cónyuge, pero es uno de los más comunes. Es especialmente importante saber si un juez decide conceder una manutención temporal o permanente al cónyuge. ¿Cuál es la diferencia y qué es lo que se tiene en cuenta en el proceso de toma de decisiones?
¿Qué es la manutención temporal?
El Código de Familia de California otorga a los jueces la autoridad para conceder manutención temporal al cónyuge. Como su nombre indica, estas concesiones son sólo hasta que la pareja finalice el divorcio. El propósito de una adjudicación temporal de manutención del cónyuge es permitir que el cónyuge que no gana o que gana menos mantenga su estatus quo hasta el momento del juicio. A diferencia de la pensión alimenticia permanente, las concesiones temporales sólo sirven como solución a corto plazo. El principal método para calcular la manutención del cónyuge es el uso de una «fórmula orientativa». Esto implica tener en cuenta datos como los ingresos de ambas partes, la situación fiscal, las deducciones aplicables, etc. Esto permite que ambas partes continúen lo más cerca posible del statu quo hasta que finalicen el proceso de divorcio.
¿Qué es la manutención permanente?
El término «manutención permanente» es un poco equívoco, ya que la manutención del cónyuge no siempre es automáticamente permanente. En este caso, la manutención permanente se refiere a la adjudicación que llega al final de un proceso de divorcio. Un juez goza de una discreción mucho más amplia en este caso y puede establecer un acuerdo de manutención permanente en función de varios factores. Un juez de familia suele conceder una pensión alimenticia permanente basándose en:
- Cuál era el nivel de vida conyugal
- La salud de ambos miembros del matrimonio
- Los bienes y las deudas de ambas partes
- Las consecuencias fiscales de los acuerdos de manutención
- La evidencia de violencia doméstica
- Cualquier otro factor que los tribunales consideren necesario para producir una concesión justa y razonable.
Es importante tener en cuenta que la manutención conyugal «permanente» no significa una concesión de por vida. En la mayoría de los casos, la manutención del cónyuge tiene un punto de finalización eventual y se espera que el cónyuge se convierta en autosuficiente. Este punto se denomina «Aviso de Gavron». En el momento en que el cónyuge que no gana dinero recibe su acuerdo de pensión alimenticia, también recibe esta directiva de que no debe depender únicamente de esta manutención.
La Advertencia Gavron recibe su nombre de un caso emblemático en California hace unos 30 años. En este caso, una ex esposa disfrutaba de la manutención mediante el pago de una pensión alimenticia permanente y estaba desempleada, ya que no tenía habilidades laborales valiosas. Sin embargo, a los seis años del acuerdo, el cónyuge pagador argumentó que tenía tiempo suficiente para superarse y ser autosuficiente. En consecuencia, los tribunales modificaron los acuerdos de pensión alimenticia y consideraron que el hecho de que la esposa no obtuviera un empleo constituía un cambio de circunstancias. Como resultado, la carga se trasladó a ella para demostrar que necesitaba apoyo adicional.
Hoy en día, la Advertencia Gavron sirve como un método para que los tribunales adviertan al beneficiario que se espera que haga esfuerzos para ser autosuficiente. En caso de no hacerlo, se pueden suspender los pagos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la Advertencia Gavron puede no aplicarse a un matrimonio de larga duración.
La manutención del cónyuge se presenta en dos formas principales y los métodos para evaluar cada una de ellas varían. Una orden temporal sólo durará la duración del proceso de divorcio, mientras que una adjudicación permanente pretende ayudar al cónyuge con menos ingresos a desarrollar los medios para ser autosuficiente.