Como estudiante de doctorado idealista, la ambición de Wendy Fail era reintroducir ratones cosechadores en Northumberland. Crió concienzudamente 240 ratones en cautividad y en 2004 liberó a estos escurridizos mamíferos en una reserva natural costera con abundantes cañaverales donde esconderse.
Cuando no se volvió a capturar ni un solo ratón cosechador -el roedor más pequeño de Gran Bretaña- en posteriores estudios con trampas, Fail llegó a la conclusión de que sus esfuerzos por reintroducirlos habían sido infructuosos.
Ahora, 15 años después, se han encontrado por primera vez nuevos nidos de ratones cosechadores en la reserva natural de East Chevington, lo que demuestra que los descendientes de los ratones cosechadores originales de Fail están prosperando.
Un equipo de voluntarios encontró dos nidos distintivos con forma de orbe en densos cañaverales cerca de donde Fail los había liberado originalmente. Sophie Webster, de Northumberland Wildlife Trust, que dirigió la búsqueda, dijo: «Fue muy emocionante para todos. Es una zona tan grande para buscar que dudábamos que pudiéramos encontrarlos, así que fue un verdadero placer».
Los nidos estaban entretejidos en la hierba a un metro (3 pies) del suelo y contenían hojas verdes que mostraban que estaban recién hechos. Webster está planeando una búsqueda más exhaustiva en los cañaverales más amplios, con cámaras trampa y trampas para mamíferos vivos para ver si pueden calcular la población.
Fail, que ahora trabaja en educación al aire libre, fue contactada por uno de los miembros de su equipo original con la noticia. «Decir que estoy extasiada con este resultado positivo es un eufemismo», dijo Fail. «Estoy orgullosa de que mi trabajo, junto con el apoyo de voluntarios y expertos, haya conseguido asegurar la supervivencia de una de las especies británicas en declive»
También envió un correo electrónico a su antiguo supervisor de doctorado. «Le dije: ‘Este es el correo electrónico que siempre quise enviarte’ y me contestó: ‘¡Maldita sea, ha funcionado! Estaba tan sorprendido como yo».
Especie prioritaria para la conservación y protegida por ley, el ratón de la cosecha pesa lo mismo que una moneda de 10 céntimos y es el único mamífero de Gran Bretaña con una cola prensil, que utiliza para agarrarse y equilibrarse, ya que vive en la zona del tallo de las plantas altas.
Preciado por lechuzas, gatos e incluso faisanes, el ratón también sufre con el frío y la humedad. Históricamente, es más común en el sur y el este de Inglaterra que en el norte. Rara vez se encuentra al norte del Tyne, aunque estudios recientes lo han descubierto en varios lugares del condado de Durham.
Los estudios originales de Fail descubrieron que los ratones de cosecha eran vulnerables a ser depredados por los ratones de bosque cuando se liberaban por primera vez, por lo que los 240 ratones de cosecha criados en cautividad se soltaron primero en jaulas seguras para que se aclimataran.
Los ratones se soltaron gradualmente en la naturaleza en el transcurso de ocho semanas para evitar saturar el lugar o poner en peligro a todos los ratones a la vez.
El trabajo de seguimiento con trampas especialmente adaptadas, que capturan pequeños mamíferos sin hacerles daño, permitió capturar muchos ratones de campo, musarañas e incluso una comadreja enfadada, pero no se encontró ningún rastro de ratones de cosecha, a pesar de haberlos capturado con éxito en los ensayos.
Fail dijo que esperaba que su metodología de retorno gradual pudiera utilizarse para ayudar a otros proyectos de reintroducción, ahora que se había demostrado su éxito.
Añadió: «No digo que hayamos cambiado el mundo, pero espero que lo que hemos hecho dé a otras personas la fe y la esperanza de que es posible conservar una especie muy querida con un poco de trabajo duro y dedicación»
Mike Pratt, director ejecutivo de Northumberland Wildlife Trust, dijo: «Estamos muy contentos y alentados de que en estos días en los que pensamos que lo sabemos todo sobre todo porque tenemos muchos datos, todavía podamos encontrar algo que no sabíamos que estaba ahí. Sabemos que la vida silvestre está sufriendo un terrible declive, así que esto es, como mínimo, refrescante»
El año pasado, Northumberland también fue testigo del regreso de la marta de los pinos en estado salvaje por primera vez en 90 años.
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