Todo el mundo conoce la estadística de que el 50% de los matrimonios acaban en divorcio. Sin embargo, lo que a menudo olvidamos es que la mayoría de estos divorcios afectan a los niños menores de 18 años. Muchos padres luchan con la culpa o el miedo de cómo el divorcio impactará en la vida de sus hijos.

Debido a que los niños dependen de los padres para sentirse seguros, es normal que un niño se sienta asustado o confundido cuando ve a su mamá o a su papá heridos o cada vez más distraídos por nuevos desafíos. Cuando los padres no comunican la razón de los cambios en las emociones y en el ambiente del hogar, a menudo el niño malinterpreta lo que está sucediendo. Pueden empezar a asumir que ellos han causado el divorcio, o pueden asumir la responsabilidad de intentar reunir a sus padres.

Signos de que su hijo está luchando

¿Cómo saber que un niño está luchando con el divorcio? Los niños más pequeños pueden volver a tener comportamientos que antes habían superado, como mojar la cama, querer un chupete o tener rabietas. También puede notar que parecen más ansiosos o molestos cuando se separan de usted. Los niños mayores pueden experimentar una serie de emociones, como rabia, culpa o incluso alivio por la separación de sus padres. Se vuelven más agresivos cuando se enfadan, experimentan síntomas de depresión o ansiedad y comienzan a retraerse o aislarse de los demás.

Aquí hay otros comportamientos o síntomas comunes que pueden ocurrir:

  • Problemas académicos o de comportamiento
  • Cambios de humor
  • Menos socialización con los amigos
  • Menos cooperación con las tareas cotidianas
  • Disminución de la autoautoestima
  • Aumento de los miedos irracionales
  • Falta de interés en la comunicación

Como las emociones pueden ser altas entre los padres durante un divorcio, los adultos pueden intentar criar a sus hijos por separado en lugar de hacerlo juntos para reducir las peleas. Sin embargo, como el contacto puede llegar a ser más manejable con el tiempo, los padres a menudo encuentran que es más fácil trabajar en cooperación cuando se trata de la programación y la toma de grandes decisiones.

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Estrategias para ayudar a su hijo a sobrellevar la situación

Aquí tiene algunas estrategias adicionales que muchos padres han encontrado efectivas a la hora de ayudar a sus hijos a sobrellevar el divorcio.

Comuníquense juntos – Si es posible, no le cuente al niño sobre el divorcio solo. Ambos padres deben estar presentes. Para ayudar a los niños a prepararse para las próximas transiciones, comunique lo que está sucediendo lo antes posible, en lugar de hacerlo en el último minuto.

No los utilice – Trate de no depender de un niño para el apoyo emocional durante un divorcio. Puedes sacar fuerzas de su amor, pero el apoyo debe venir de los amigos, la familia y la orientación profesional si es necesario. Intente no quejarse de su ex delante de sus hijos, y definitivamente no utilice a los niños como intermediarios para transmitir mensajes.

Reconozca lo «triste» – Puede sentirse tentado a pintar el divorcio como una situación feliz o mejor para todos. Aunque las cosas pueden mejorar a largo plazo, es importante tomarse el tiempo para reconocer a su hijo que el divorcio es triste, frustrante y confuso a veces. No esconda esas emociones debajo de la alfombra.

Evite la propagación del estrés – Si bien es importante reconocer que el divorcio es difícil, asegúrese de que sus hijos no lo escuchen quejarse o estresarse sobre las preocupaciones financieras u otras cuestiones relacionadas con el divorcio. Ellos pueden absorber esa ansiedad y miedo y pueden sentir que tienen que compartir la responsabilidad de arreglar cosas que son preocupaciones de los adultos.

Provea una estructura – Ir y venir entre dos padres y dos hogares separados puede ser menos estresante si un niño tiene reglas y expectativas similares con ambos padres. La hora de acostarse, las responsabilidades y las consecuencias deben ser lo más parecidas posible. Si puede, intente no cancelar o cambiar los planes en el último momento.

Fomentar las relaciones – Un niño nunca debe sentir que tiene que elegir entre sus padres. Hazle saber que quieres que experimente una relación positiva y cariñosa con el otro progenitor, para que no se sienta desgarrado. No deberían sentir que tienen que ocultar anécdotas divertidas o pensamientos felices contigo sobre tu ex.

Sobre todo, no tengas miedo de pedir ayuda si la necesitas. El asesoramiento familiar, los consejeros escolares y los grupos de apoyo entre compañeros pueden ser excelentes recursos para ti durante este difícil momento. Cuanto más te cuides y asumas la responsabilidad de aprender estrategias maduras para desenvolverte en la vida, más energía y concentración podrás dar a tus hijos. Si no estás seguro de por dónde empezar, asegúrate de que tus hijos sepan que siempre les querrás y que siempre serás su padre. Si conocen estas verdades, lo más probable es que ya estés en la dirección correcta cuando se trata de criar seres humanos sanos y felices.

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