En esta asana, el cuerpo y la cara se manipulan a la vez para invocar la fuerza e intensidad del rugido de un león. De hecho, se cree que esta postura es uno de los mejores ejercicios faciales que se pueden hacer. La gente suele pasar por alto otro beneficio de la Postura del León: estimula el platisma, que es un músculo delgado y de forma rectangular situado en la parte delantera de la garganta. Este ejercicio mantendrá el platisma fuerte a medida que envejece.

Cómo hacer la postura del león:

Comience por arrodillarse en el suelo con las rodillas separadas a la altura de los hombros. Cruza el tobillo derecho sobre el izquierdo y siéntate con cuidado sobre los talones. Asegúrese de que los pies apuntan hacia fuera y las pantorrillas se mantienen planas en el suelo. Levante el pecho lo suficiente como para no encorvarse y para que la columna vertebral esté completamente enderezada, pero no arquee demasiado la espalda.

Ahora, coloque ambas manos encima de las rodillas. RECUERDE: no se encorve mientras hace esto. Ensanche las palmas de las manos y apriételas firmemente contra las rodillas. Extiende los dedos como las garras de un león. Inhale profundamente por la nariz.

Este paso siguiente es el punto central de Simhasana, pero también puede ser bastante desafiante. Si tiene problemas aquí, asegúrese de practicar sus movimientos en coordinación con los demás. Entonces, haga simultáneamente lo siguiente:

  • Baja la mandíbula y abre la boca lo más posible
  • Estira la lengua y enrosca su punta hacia la barbilla
  • Abre bien los ojos, mirando hacia arriba
  • Enfoca tus ojos en el entrecejo o en la punta de la nariz
  • Contrae los músculos de la parte delantera de la garganta
  • Activa tus manos, extendiendo los dedos hacia fuera

Ahora, mantén esta posición y exhala lentamente por la boca. Sienta el paso del aire por la parte posterior de la garganta, así como la contracción de los músculos de la garganta y del cuello. Deberá emitir un claro sonido «haaaaa» al exhalar.

No olvide dar su mejor rugido de león. De hecho, ruge dos o tres veces y luego retira la lengua. Relaja la cara, la boca, los ojos, la garganta y las manos. Cruza los tobillos en sentido contrario y repite Simhasana.

Beneficios de la Postura del León:

  • Alivia la tensión en la cara y el pecho
  • Mejora la circulación de la sangre en la cara
  • Mantiene los ojos sanos al estimular los nervios
  • Estimula y reafirma el platisma
  • Ayuda a prevenir el dolor de garganta, el asma y otras enfermedades respiratorias
  • Puede ayudar a tratar el mal aliento
  • Se dice que erradica las enfermedades

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