Durante la operación, el cirujano recorre primero con una cánula cada sector de la zona que se va a lipoaspirar (que ha sido previamente marcada) e inyectará una solución líquida. Esta solución está formada de anestesia, una droga que contrae los vasos sanguíneos y una solución salina que ayudará a desprender la grasa de la piel y del músculo, disolviéndola y convirtiéndola en un líquido viscoso. Más tarde, se procederá a retirar este líquido mediante un procedimiento de succión, a través de una cánula que previamente se ha introducido y que está conectada a una máquina de aspiración.
Una liposucción dura habitualmente entre 1 y 3 horas, aunque el tiempo definitivo dependerá del tipo de liposucción y la técnica que se va a utilizar. Como en cualquier otra cirugía, se utiliza anestesia local o general.
Se utilizan varias técnicas de liposucción: con jeringa, con ultrasonidos, la fibroliposucción o con la ayuda del láser.
La liposucción ultrasónica es aplicada en tratamientos corporales de lipodistrofias localizadas, celulitis y principalmente postliposucción, para reducir las irregularidades. Los efectos clínicos de los ultrasonidos eran conocidos desde hacía tiempo en fisioterapia, donde se utilizaba el efecto de calentamiento generado por las ondas ultrasónicas en el tratamiento de lesiones músculo-esqueléticas. Basándose en este principio se desarrollan liposuctores ultrasónicos que realizan una destrucción selectiva de las células, preservando vasos y nervios. Esta especificidad es debida al distinto cociente de absorción de energía ultrasónica que presentan las células del cuerpo humano. En 1993 Zocchi desarrolló la técnica interna. En el 2000 un estudio (Lawrence y Cox) no indicó que la técnica con ultrasonido sea mejor que la convencional o que sea esencial para facilitar la extracción de grasa.
Cuidados postoperatoriosEditar
Una vez terminada la liposucción, el paciente podrá volver a sus tareas habituales en un tiempo que dependerá de la operación que se ha realizado y del paciente (este periodo podrá variar entre uno y varios días). Durante las siguientes semanas, el paciente no deberá hacer esfuerzos y deberá proteger la zona lipoaspirada utilizando una faja especial y unas compresas elásticas que recomendará el cirujano. También es importante que se utilice ropa adecuada que facilite la recuperación.
Como en toda cirugía, se requiere que se sigan al pie de la letra las recomendaciones del cirujano que realice el procedimiento.