Esta planta tiene tanto frutos sabrosos como flores fragantes – a veces ambos a la vez. Puede dar placer durante años, con los cuidados adecuados.

Los cítricos necesitan luz. Lo ideal es un invernadero, pero también estarán contentos cerca de una ventana en una habitación fresca y luminosa. En verano, su limonero disfrutará de un patio al sol o en sombra parcial. Sin embargo, los árboles jóvenes no son resistentes y tendrán que entrar en el interior en cuanto haya una pizca de aire nocturno. Cuando esté en el interior, procure mantener su planta alejada de las corrientes de aire frío y de los radiadores.

Mientras las plantas estén en una maceta necesitarán un riego regular. Saque la maceta del interior de su cesta o contenedor. Riegue a fondo desde la parte superior hasta que el exceso de agua escurra por la maceta y salga por el fondo. Esto asegurará que las raíces del fondo reciban el agua que necesitan. A veces, si la tierra es muy compacta, esto puede requerir varios riegos y es más fácil hacerlo en el fregadero de la cocina. En invierno, deberá regar a fondo una vez cada 7-10 días, mientras que en los meses de verano puede ser necesario regar hasta 3 veces por semana, pero no deje la planta en el agua. No se preocupe si la tierra está seca entre un riego y otro, pero si las hojas empiezan a caerse o a enroscarse, sabrá que tiene sed, así que riegue enseguida. En verano, los cítricos se beneficiarán de la alimentación de cítricos cada pocas semanas para fomentar el crecimiento

Los limoneros crecen con bastante lentitud; si lo necesitas, trasplántalos en primavera en compost de cítricos. Por regla general, los limoneros tienden a producir flores a finales de la primavera, seguidas de pequeños frutos verdes que pueden tardar 10 meses o más en madurar completamente y volverse amarillos. Sin embargo, en este país muchas variedades no siguen una temporada estricta y pueden fructificar o florecer en cualquier momento del año.

Los cítricos no son las plantas más fáciles, pero son muy gratificantes. Esté atento a los signos de problemas e intente tratarlos a tiempo. El problema más común es la caída de las hojas por exceso o defecto de riego. Si las hojas están crujientes cuando se caen, se debe a un riego insuficiente; si están coriáceas, lo más probable es que se haya regado en exceso. Si el nuevo crecimiento es de color muy claro o tiene manchas, es posible que la planta carezca de oligoelementos. Una buena dosis de alimento para cítricos debería hacer reverdecer pronto las hojas. Nuestros limoneros se cultivan en un entorno libre de pesticidas. En el caso improbable de que encuentre plagas, por ejemplo, pulgones, éstas pueden eliminarse a mano o con un spray de agua y jabón.

Articles

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.