Muchos de los nuevos roles están surgiendo con la creciente necesidad, tanto de las empresas como de las startups, de impulsar continuamente la innovación y el progreso.
El evangelista jefe se une al director de disrupción y al director de innovación. Su función es promover su empresa de una manera que supera las ventas y el marketing tradicionales.
Al hacerlo, el evangelista jefe defiende la causa de su empresa, ayudándola a ganar masa crítica y éxito a corto y largo plazo.
Con la creciente demanda de evangelistas jefe, es fundamental entender las responsabilidades y los retos del papel tanto en las startups como en las empresas.
El evangelista de las startups
Si hay algo por lo que las startups son conocidas, es la pasión. Crear una startup es ir contra viento y marea, y la única manera de hacerlo es creyendo ferozmente en tu causa.
Por eso toda startup necesita un Evangelista. Más allá de creer en el éxito de la empresa, el papel del evangelista es predicar su beneficio y convencer a todos los «no creyentes» del valor de la empresa.
Necesitan creer que la empresa va a disrumpir el mercado, transformar una industria y/o encontrar un éxito salvaje. Pero también tienen que ser capaces de vender la empresa a todos los que aún no están vendidos.
Más allá de creer en el éxito de la empresa, el papel del evangelista es predicar su beneficio y convencer a todos los «no creyentes» del valor de la empresa. Click To Tweet
Eso incluye a los nuevos empleados que necesitan unirse a la misión de la empresa y llevar su pasión a su trabajo cada día, a los inversores que necesitan estar convencidos de que la empresa tiene posibilidades de prosperar, y a los clientes que necesitan estar convencidos de que el producto o servicio es uno sin el que no pueden vivir.
En última instancia, el evangelista más eficaz es el que convierte a los no creyentes en evangelistas ellos mismos.
Cuando las startups empiezan a pasar del estatus de startup a empresa establecida, suelen experimentar un cambio en la visión, el posicionamiento y el mensaje de mercado, y en ese momento contratan a un evangelista jefe dedicado.
Al hacerlo, la startup está señalando su crecimiento y su capacidad para escalar más.
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El evangelista de la empresa
En las empresas, el papel de evangelista jefe suele estar muy ligado a los departamentos de marketing y marca. Tienen que ser capaces de inspirar pasión en los empleados y consumidores, creando una historia inspiradora con la que la gente pueda conectar y de la que quiera formar parte.
Para ello, a menudo se centran en el panorama general y tienen un impacto directo en la hoja de ruta del producto, en la estrategia de marketing y en la mensajería.
Pero algunas grandes empresas perciben el evangelismo empresarial de forma similar a las startups y buscan a personajes conocidos para ocupar el papel. Invictus, por ejemplo, contrató a la leyenda del rock Gene Simmons, de la banda Kiss, como su jefe de evangelización.
Otras empresas ven al jefe de evangelización como un puesto más holístico. Guy Kawasaki, antiguo evangelista jefe de Apple y actual evangelista jefe de Canva.
Kawasaki dijo una vez:
«El evangelismo no es un título de trabajo, es una forma de vida».
Este enfoque diferencia claramente el evangelismo de las ventas y el marketing, y muestra el cambio de mentalidad que deben hacer los evangelistas jefe de las empresas.
Durante sus años como Evangelista Jefe en Apple, Kawasaki fue responsable de preservar y fortalecer el culto al consumidor de Apple, utilizando la transparencia para convertir a los consumidores en evangelistas por sí mismos y estando motivado por hacer historia en lugar de ganar dinero.
Desafíos de los evangelistas
A pesar de las diferencias en sus funciones, tanto el evangelista jefe de una startup como el evangelista jefe de una empresa suelen encontrarse con los mismos desafíos.
Para asegurarse continuamente de que el mensaje que predican es relevante, los evangelistas jefes necesitan adaptar continuamente su posicionamiento y visión.
Para ello, los jefes de evangelización deben tener un sólido conocimiento de su propio producto, así como una visión global del mercado, y tener la capacidad de comprender el impacto que los cambios del mercado tienen en el producto y en sus consumidores.
Dado que los jefes de evangelización deben dedicar su tiempo a predicar a los no creyentes, a menudo pueden encontrarse con controversias, dificultades y enfrentamientos. Como evangelista jefe, es importante asegurarse de que la pasión de uno sigue impulsando a pesar de la disidencia y los adversarios.
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