Probablemente haya oído hablar de la prueba de rebote de las pilas muertas: basta con dejar caer una pila, y si rebota, está muerta. Resulta que esto no es del todo cierto. Las pilas convencionales tienen una capa exterior de zinc que, una vez conectada a un circuito, se convierte lentamente en óxido de zinc, liberando electrones y permitiéndoles fluir, creando así electricidad. Antes de que una pila se conecte a un circuito, las moléculas de zinc no están alineadas de ninguna manera en particular. Esto significa que, al caer, estas moléculas pueden moverse ligeramente y absorber la energía cinética. Sin embargo, una vez que se hace un circuito con la pila, las moléculas están alineadas, y la energía cinética de una pila caída no puede simplemente ir a las moléculas, sino que se transfiere a los enlaces entre las moléculas, causando un retroceso, o acción de rebote. Por lo tanto, si bien es cierto que las pilas muertas rebotan, también lo hacen las pilas medio llenas, e incluso las que están llenas al 99%. Todo lo que esta prueba puede decir realmente es si una batería es nueva o no.
@AdaMcVean