«No he salido de casa desde el 8 de marzo», le confiesa Oprah Winfrey al ex presidente Barack Obama en el último episodio de su serie de AppleTV The Oprah Conversation. Estos son tiempos ciertamente extraños, y como nuestro panorama político actual se vuelve más extraño cada día que pasa, es extrañamente reconfortante ver a Obama y a Oprah conversando -aunque sea virtualmente- como si fuera 2008 de nuevo.
Obama hizo la aparición para coincidir con el lanzamiento de su nuevo libro A Promised Land, y aquellos que no pueden esperar a tenerlo en sus manos podrían considerar la entrevista de Oprah como un adelanto. A continuación, siete cosas que hemos aprendido de Obama en su mañana con Oprah.
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Se ha puesto extremadamente «papá» en la cuarentena. Obama y su esposa, la ex primera dama Michelle Obama, han montado en bicicleta y han instituido noches de juegos, aunque «a veces me vuelvo demasiado competitivo», admite.
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«Puede que haya habido algo de licor involucrado» en la celebración de la familia Obama cuando Joe Biden fue anunciado oficialmente como el próximo presidente de Estados Unidos. También hubo pizza.
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Es muy consciente de la ironía que encierra el hecho de que su elección de llevar un traje de color canela fue lo que constituyó un escándalo durante su presidencia, y está deseando que llegue una democracia en la que el presidente «no mienta rutinariamente.»
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Obama ya había empezado a trabajar en este libro un mes después de dejar el cargo en 2016, lo que no es de extrañar, dado que tiene más de 700 páginas.
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En un momento vulnerable, Obama admitió que el tiroteo de Sandy Hook fue «el día más duro» de su presidencia.
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En un extracto de audio del libro que se emitió durante la entrevista, Obama cuestiona sus propias motivaciones para presentarse a la presidencia, preguntándose si todavía está tratando de demostrar su valía a su padre ausente.
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Obama admite que su matrimonio con Michelle fue puesto a prueba por las tensiones de dos campañas y la presidencia, señalando que «pasamos por nuestras malas rachas en la Casa Blanca… pero te digo que lo que creo que hicimos bien fue hablar de las cosas, nunca perder el amor y el respeto fundamental por el otro, y dar prioridad a nuestros hijos».