La clave del éxito en Deere-Hitachi
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Sammy Flynt, un técnico jefe de montaje, trabajando en la fábrica de Deere-Hitachi
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Los técnicos de Deere-Hitachi en Kernersville fabrican la robusta, versátil y fiable excavadora 210G LC, uno de nuestros modelos hidráulicos más populares
En la Corporación de Maquinaria de Construcción Deere-Hitachi en Kernersville, Carolina del Norte, más de 800 empleados cualificados producen máquinas impresionantes como la excavadora 210G LC. Gracias a los 30 años de asociación con John Deere y Hitachi Construction Machinery, se han fabricado más de 55.000 excavadoras hidráulicas de tamaño medio para su uso en América del Norte, Central y del Sur.
Entonces, ¿cuál es el secreto del éxito de la empresa? Si se preguntara a los empleados de Kernersville, todos dirían lo mismo: kaizen. Se trata de un término japonés que significa, a grandes rasgos, «mejora continua», y es una parte integral de todo lo que hacen en Deere-Hitachi.
Sobre la productividad:
«Cada día, cambiamos para mejorar. Hacemos pequeñas mejoras todo el tiempo. Así es como se hace crecer un negocio. Siempre encontramos formas de ser más productivos. Cuando llegué, teníamos cinco células de mecanizado. Ahora tenemos doce. Básicamente tenemos dos personas en cada puesto de trabajo: movemos las piezas tan rápido. Trabajas duro en cada turno porque todos los demás también lo hacen. Mejoramos cada día y lo hacemos juntos.»
– Joe Walker, Técnico de Mecanizado
Sobre la motivación:
«Crecí en una pequeña granja y siempre tuvimos un tractor Deere, así que trabajar en Deere-Hitachi ha sido especial para mí. Como ingeniero de diseño, tienes las manos metidas en muchas partes de la producción: concepción de piezas, diseño en 2D y 3D y gestión de suministros. Haces ajustes en cada paso del camino para asegurarte de que estás creando el mejor producto posible. Luego te diriges a la planta y ves cómo se monta una máquina como la excavadora 210G LC. Es un proceso gratificante. No hay nada mejor que conducir por la carretera y ver una máquina que has ayudado a desarrollar. Cada vez que eso ocurre, me siento increíblemente orgulloso.»
– Jacob Henderson, ingeniero de diseño de procesos de desarrollo de productos
En la formación:
«Antes de empezar en Deere-Hitachi, tenía un poco de experiencia en soldadura. Pero aquí me formaron muy bien. Todo el mundo fue muy paciente. Mis formadores se tomaron su tiempo porque querían que hiciera las cosas bien. Solía ver a Scottie Chapman fabricar montones de cosas geniales en MythBusters; fue entonces cuando decidí que quería ser soldador. Ahora yo también fabrico cosas geniales. Estas máquinas ayudan a la gente a construir carreteras, urbanizaciones y escuelas. Puedo ayudar a mejorar la vida de la gente. Y aprendí a hacerlo una soldadura a la vez.»
– Sam McCart, soldador
Sobre seguridad:
«Cuando me incorporé a la empresa, vivía en Carolina del Sur. Conduje 106 millas en cada sentido durante dos meses y medio. Eso es lo mucho que quería trabajar aquí. Desde el principio me di cuenta de que nos cuidábamos unos a otros. Trabajamos duro para mantenernos a salvo. Todos los años me pagan por asistir a clases de seguridad. Deere-Hitachi invierte mucho en sus empleados. Tenemos los últimos y mejores equipos porque nos ayudan a hacer el trabajo y, lo que es más importante, nos mantienen seguros. Siempre buscamos formas de hacer este lugar más seguro. Ese tipo de dedicación lo dice todo. Por eso estoy aquí.»
– Jackie Daniels, soldador
Sobre el trabajo en equipo:
«Llevo 21 años en Deere-Hitachi. Algunos otros van a superar la marca de los 20 años este año y el próximo también. Llegar cada día y ver las mismas caras que he visto durante dos décadas es lo que me hace levantarme por la mañana. Todos somos una familia. Cada día nos acercamos un poco más. Nos comunicamos un poco mejor. Nos apoyamos unos a otros. Uno no piensa en eso cuando empieza a trabajar, en que va a trabajar con las mismas personas durante más de 20 años, pero aquí estamos, haciendo las cosas. Haciendo crecer esta empresa juntos. Tengo la suerte de formar parte de este equipo. Nuestros clientes necesitan máquinas que estén a la altura del desafío, y todos hacemos lo posible para ayudar a que eso sea posible»
– Sammy Flynt, técnico jefe de montaje
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