En mi post Dr. Strangepart: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y a amar la lista de materiales , empezamos a hablar del complejísimo proceso de gestión de la lista de materiales (BOM). Ese debate se centró en los números de pieza inteligentes, pero hoy quiero pasar a la cuestión de si la lista de materiales se basa principalmente en el uso funcional de una pieza o en el propio número de pieza específico. Esta es una tensión que ha existido desde que se crearon las listas de materiales, cuando el hombre casó un eje con una rueda.
¿Por qué la gente se preocupa de si la lista de materiales se rige por los números de pieza o por la función de la pieza? La respuesta es que cada uno tiene ciertas ventajas. La conducción de la lista de materiales por los números de parte reales es muy útil para la compra y la fabricación, y cuando un ingeniero se centra en una pieza individual de hardware. Sin embargo, cuando el ingeniero o un director de producto pasa de un producto a otro, una lista de materiales impulsada por la función le permite comparar los componentes más fácilmente.
La capacidad de comparar las listas de materiales tiene enormes implicaciones para la capacidad de la ingeniería de reutilizar con éxito las piezas. La reutilización reduce tanto el coste del propio hardware (al reutilizar las herramientas y aumentar los volúmenes de producción) como el tiempo de ingeniería necesario para diseñar una nueva pieza. La reutilización ha sido la gran esperanza blanca de la comunidad de ingenieros desde tiempos inmemoriales, pero es un gran reto.
Aunque los proveedores de software de gestión del ciclo de vida del producto hablan de reutilización, la mayoría de las empresas hacen un trabajo muy pobre. Intentar gestionar la reutilización sin números de pieza inteligentes y una forma funcional de ver la lista de materiales es como buscar un solo artículo en el sótano de un acaparador que está atestado de cajas sin etiquetas. Al final te rindes, vas a la tienda y compras uno nuevo. Esa es una de las grandes razones por las que la reutilización ha luchado en la comunidad de ingenieros.
Entonces, ¿cómo podemos equilibrar la tensión entre estas dos cosas? Aquí hay un marco simple para pensar en la lista de materiales que yo llamo Forma, Ajuste y Función.
Por función, me refiero a lo que la pieza está haciendo realmente, cuál es su propósito en la vida. Por forma me refiero a la pieza específica de hardware o parte que estamos tratando. En la figura 1 hay un ejemplo sencillo de cómo se relacionan la función y la forma. Normalmente, el superconjunto será la función. En este caso, la función es proporcionar visión trasera al conductor de un vehículo. La función es el resultado de que la pieza funcione correctamente. La pieza en sí es la forma que «ofrece» esa función. En este caso, podríamos proporcionar visión trasera diseñando un espejo, una cámara o algún tipo de sensor.
Figura 1 – Función y forma en la lista de materiales
La tercera parte del marco es el ajuste de la pieza. Sin embargo, por ajuste no me refiero a las tolerancias geométricas reales o al espacio que ocupa la pieza. Lo que quiero decir es: «¿Cuáles son los atributos únicos de la pieza que hacen que se «ajuste» a la función, es decir, que cumpla la función?»
La figura 2 muestra otro ejemplo de lista de materiales con control funcional. En este caso, estamos utilizando un ejemplo de la propulsión de un vehículo, tal vez un avión a reacción. En este caso mostramos la propulsión como una Función de nivel superior, junto con los subniveles de la planta motriz, cómo se transfiere la potencia, y el sistema de refrigeración.
Figura 2 – la lista de materiales de forma, ajuste y función
El refrigerante es la forma que satisface la función del sistema de refrigeración. Asignamos un número de parte inteligente para el refrigerante específico. Uno podría preguntarse, ¿cuándo paso de una Función a un número de pieza (Forma)? La respuesta es: cuando sea conveniente. Tomará un poco de tiempo para que su equipo desarrolle una lista de materiales funcional que tenga un nivel manejable de jerarquía en ella.
CONSEJO: Más de tres o cuatro niveles de jerarquía
pueden ser muy difíciles de manejar.
Hay una relación de muchos a muchos entre la Función y la Forma (parte). Dependiendo de lo lejos que vayamos en el árbol de la Función, podemos necesitar adjuntar más de una Forma (parte) para satisfacer una función. Por otro lado, si nuestro árbol funcional es más profundo, en ciertos productos puede haber un conjunto (Forma) que satisfaga más de una Función en el árbol funcional.
Pasando al Ajuste, vemos que cada Forma puede tener múltiples atributos (formas de ajustar la función). El refrigerante «se ajusta» a nuestra necesidad funcional por los atributos que tiene. En general habrá una relación de uno a muchos entre Form (parte) y Fit (atributos) respectivamente.
Forma, Ajuste y Función es una forma sencilla de ver cómo estructuramos nuestros productos. Se presta bien a la reutilización de piezas, pero también para la reutilización de las estructuras de desglose de trabajo que se utilizan en el sector aeroespacial y de defensa.
Algunas empresas están trabajando en la construcción de listas de materiales «iniciales» o «universales» que reutilizan para cada nuevo producto. La idea es comenzar con una lista de materiales genérica, y luego añadir y eliminar para satisfacer las necesidades de un nuevo producto. El objetivo es que la empresa tenga una lista de materiales universal, o una para cada grupo de productos único.
Esta es una gran idea en teoría, pero no es trivial de ejecutar. Para hacer esto en su propia empresa probablemente tomará su equipo de ingeniería, gestión de productos, y un consultor de un año o más para encontrar una estructura que se adapte a sus necesidades. Sin embargo, una vez hecho esto, las ventajas de velocidad y reutilización deberían ser significativas. Esperemos que el marco de la lista de materiales de forma, ajuste y función le ofrezca una forma sencilla de pensar en ello.
Eric Hiller es el socio gerente de Hiller Associates , una consultoría operativa y estratégica, especializada en la gestión de los costes de los productos, el modelado financiero, las operaciones, la planificación empresarial, la gestión de productos de software y el desarrollo de productos.