La eutanasia es una sobredosis de barbitúricos que detienen el corazón del perro. Los líquidos se administran a través de un catéter intravenoso o de una inyección, y cuando es tu perro el que recibe la eutanasia puedes elegir si quieres estar presente o no. Algunos veterinarios se desplazan a tu casa para ello, una buena idea si a tu perro le resulta estresante ir a la clínica o al hospital de mascotas.

Antes del procedimiento, la mayoría de los veterinarios te invitarán a pasar a una sala de exploración y luego te dejarán solo durante unos minutos para que digas lo que quieras, o simplemente abraces a tu perro. Cuando entren el veterinario y el técnico, indíqueles si desea conservar un trozo de pelo de su perro o el collar.

¿Cómo es el procedimiento?

Algunas clínicas dan al perro un sedante primero porque muchos se dan cuenta de lo que ocurre y se ponen ansiosos. Pero no es una práctica estándar en todas partes, así que es posible que tenga que pedirlo.

Ciertos perros, al igual que algunos humanos, son más reactivos que otros y gritarán o gemirán en respuesta a la inyección, lo que puede ser desconcertante, como mínimo, en un momento en el que las emociones ya están cargadas.

Para lo que la mayoría de la gente no está preparada es para lo rápido que funciona la solución de eutanasia; la muerte se produce en sólo unos segundos. Probablemente sentirás que tu perro se relaja y luego se acaba. A veces puede oír lo que suena como un jadeo procedente de su perro después de que haya muerto; eso es simplemente el aire que exhalan los pulmones. Los nervios también pueden crisparse por un momento. A veces el perro orina.

Estos son actos reflejos involuntarios después de la muerte y no son dolorosos, pero pueden ser inquietantes de ver. A diferencia de las películas, los ojos de su perro no se cerrarán automáticamente.

¿Debo estar allí?

La única respuesta correcta es la que tiene sentido para usted. ¿Quieres estar? Si es así, esté allí, ya que su perro probablemente lo preferirá. Sin embargo, si crees que te vas a enfadar delante de tu perro, lo mejor para él es que no estés. Si puede mantener la calma (por difícil que sea), su perro también estará más tranquilo.

Si cree que sus hijos no entenderán o pensarán que está perjudicando al perro, o si sus propias emociones alterarán al perro, es mejor que no estén presentes.

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