Cuando se trata del lenguaje, puede ser cierto. Según una investigación reciente realizada por audiólogos de la Universidad de Auburn, podría haber una ventaja en escuchar con nuestro oído derecho, especialmente para los niños y los adultos distraídos por el ruido.
El fenómeno se conoce como la ventaja del oído derecho: El habla escuchada por el oído derecho llega a la parte del cerebro que la procesa en unos 20 milisegundos. Sin embargo, el habla escuchada por el oído izquierdo tarda entre 3 y 300 milisegundos más en llegar a la misma parte del cerebro.
¿Por qué? El habla que oímos por el oído derecho puede viajar directamente al hemisferio izquierdo de nuestro cerebro, que generalmente se cree que es donde se procesa el lenguaje. El habla recibida por el oído izquierdo toma una ruta menos directa, lo que resulta en una menor velocidad de procesamiento. Desde el oído izquierdo, las señales sonoras viajan primero al hemisferio derecho del cerebro. A continuación, se transmiten a través del cuerpo calloso -una banda ancha de fibras nerviosas que conecta los hemisferios- que finalmente las pasa al hemisferio izquierdo. Esto significa que, aunque podemos oír con ambos oídos, nuestros cerebros procesan más eficazmente el habla escuchada con el oído derecho porque esas señales llegan más rápidamente.
En los niños menores de 11 años, la ventaja del oído derecho es la más notable. Un niño típico de 7 años repetirá correctamente la información escuchada por el oído derecho alrededor del 70 por ciento de las veces, en comparación con sólo el 55 por ciento de las veces cuando la información se escucha por el oído izquierdo. Un niño de 9 años acierta el 80% de las veces con el oído derecho y el 75% con el izquierdo. Un niño de 11 años es tan preciso como la mayoría de los adultos, es decir, cerca del 90 por ciento en ambos oídos.
La ventaja del oído derecho es más evidente en los niños cuyas membranas de mielina están menos desarrolladas. La mielina es una vaina aislante que facilita una transferencia de impulsos más rápida a través del cuerpo calloso. Como la mielina se desarrolla con la edad, la ventaja del oído derecho tiende a disminuir con el tiempo. De hecho, para la mayoría de los adultos este fenómeno no es perceptible a menos que estemos procesando información compleja que supere nuestra capacidad de memoria básica.
Cuando los adultos escuchan el mismo discurso en ambos oídos al mismo tiempo, no hay ninguna ventaja perceptible con el oído derecho. Más bien, los problemas se producen cuando recibimos señales que tienen que competir entre sí. Cuando los adultos intentan prestar atención a varias fuentes de habla al mismo tiempo, la capacidad de memoria se ve superada rápidamente y la ventaja del oído derecho vuelve a entrar en juego. En estos estudios, se demuestra que los adultos distraídos tienen entre un 7 y un 40 por ciento de ventaja cuando utilizan su oído derecho.
Con esto en mente, la próxima vez que se incline para hablar con alguien en una habitación ruidosa, compruebe hacia qué oído se inclina: ¿es el derecho?