¿Qué tipo de entrenamiento puedes hacer con un caballo de dos o tres años? Qué debes entrenar y a qué tipo de manejo debe acostumbrarse? He aquí un resumen de lo que puede esperar al entrenar y manejar un caballo de dos y tres años.

Aprender a ser montado

Para muchos caballos, esta es la edad en la que un caballo comienza a aprender a ser montado o conducido. A estas alturas, debería tener buenos modales en el suelo, estar de pie para el herrador y cargar en un remolque. Debe ser capaz de pasar algún tiempo solo y ser respetuoso con otros caballos. Con todo esto, puede ser el momento de entrenar lentamente a un caballo de dos años para que aprenda a sujetar un bocado y a llevar una silla de montar. Aunque algunos entrenadores creen que es aceptable entrenar a un caballo de dos años con silla, muchos creen que es mejor posponer la monta hasta que el caballo sea más maduro. Muchos esperan hasta que el caballo tenga cuatro o cinco años para empezar a entrenarlo con silla. Durante este tiempo, el caballo todavía está creciendo, aunque puede estar acercándose a su estatura completa.

Consideraciones

Las articulaciones de un caballo de dos años todavía estarán madurando y serán susceptibles al exceso de trabajo. Aunque el endurecimiento de las articulaciones de las rodillas se considera un signo de madurez física, conviene tener en cuenta que las articulaciones de todo su cuerpo maduran a ritmos diferentes. Mientras que las patas pueden estar listas, la cadera y la espalda pueden no estarlo. El propietario del caballo es quien decide, en última instancia, la edad de un caballo antes de que empiece a trabajar.

Los caballos de carreras de pura raza corren a partir de los dos años, mientras que otras razas, como el caballo islandés, se dejan tradicionalmente hasta los cinco o más años. Hay menos posibilidades de cometer un error si se espera más tiempo, que si se empieza demasiado pronto.

Cría

Los dos años es también la edad en la que los caballos empiezan a madurar sexualmente, aunque esto varía según los individuos. A los dos años (o menos) un joven semental puede ser capaz de criar yeguas dando lugar a potros no planificados. Si no se ha hecho antes, los sementales jóvenes pueden ser castrados. Las yeguas también alcanzan la madurez sexual entre el primer y el tercer año, dependiendo de su entorno. Mantenga separados a los potros no castrados y a las yeguas jóvenes.

Las yeguas y los sementales deben demostrar su valía antes de ser considerados como reproductores. Los reproductores deben ser elegidos cuidadosamente por su excelente conformación, rendimiento y temperamento. El futuro de la descendencia también debe ser cuidadosamente pensado. Tener potros por tener potros, o porque nadie se dio cuenta de que un potro sin castrar criaba a las yeguas, garantiza un buen suministro de caballos no deseados. A los dos o tres años, pocos caballos han demostrado que merezcan la pena ser criados.

Un caballo de dos años debe tener excelentes modales en el suelo, incluyendo la carga en un remolque, si el siguiente paso a la equitación o la conducción se dará antes o después. Un niño de dos años puede ser atado, conducido en el suelo, rodeado, conducido enganchado a un vehículo ligero y, a discreción del propietario, montado. Esta es la edad en la que se convierte en un caballo útil y aprende a llevar a un jinete o a tirar de un vehículo de tracción animal.

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