Bien, así que sigues escuchando que la salud intestinal es el boleto de oro que te da acceso a todos los beneficios de salud imaginables: ¡No más hinchazón! ¡Una piel estupenda! ¡Prevención de enfermedades! Pero el chucrut y el kimchi te dan asco. ¿Podemos sugerir una bebida fermentada?
Al igual que los alimentos fermentados, algunas bebidas proporcionan probióticos, una fuente de bacterias «amistosas» que pueden ayudar a mejorar el funcionamiento del tracto intestinal.
La kombucha y el kéfir son los más populares, y ambos pueden ayudar a sobrealimentar su digestión (y su salud en general).
Así que, ¿cómo decidir cuál sorber (sobre todo teniendo en cuenta que ambos tienen nombres extraños que comienzan con una k y podría confundirse)? Enfrentamos a las bebidas probióticas en una batalla de bacterias.
Enfrentamiento de bebidas fermentadas
Kombucha
Qué es: La kombucha es un té fermentado. Se elabora preparando el té, añadiendo azúcar y luego añadiendo un SCOBY (Cultivo Simbiótico de Bacterias y Levaduras) que inicia el proceso de fermentación alimentándose del azúcar.
Pros y Contras: La kombucha es rica en probióticos beneficiosos, aporta algunos antioxidantes y es muy baja en calorías. Es una opción sin lácteos, por lo que es mejor para los veganos y los intolerantes a la lactosa. El proceso de fermentación produce cantidades muy pequeñas de alcohol (una kombucha embotellada suele contener alrededor del 1 por ciento), lo cual es bastante insignificante, pero es importante tenerlo en cuenta para quienes eviten específicamente el alcohol. Al igual que muchos nutrientes, los probióticos de la kombucha no pueden sobrevivir a la pasteurización, por lo que hay que beberla sin pasteurizar.
Sabor: Sabe como un té ligeramente efervescente y agridulce, casi como una cerveza agria suave. Es fácil de beber y mucha gente lo prefiere a la textura cremosa del kéfir.
Fabricación o compra: Hacerla en casa es mucho más intenso que hacer kéfir. Tienes que conseguir una SCOBY y teniendo en cuenta que parece una medusa grande y flexible, manipularla puede ser un poco desagradable. También hay que tener mucho cuidado de mantener todo esterilizado para evitar la contaminación. En la actualidad hay muchas y muy buenas marcas disponibles en las tiendas de alimentos saludables (y en la mayoría de las tiendas de comestibles). Si usted lo compra, sólo tenga cuidado con el azúcar añadido y asegúrese de que no está pasteurizado, ya que eso sería completamente derrotar el propósito.
Kefir
Qué es: El kéfir es una bebida ácida, similar al yogur que está repleta de buenas bacterias y levaduras. Se elabora añadiendo probióticos a la leche.
Pros y contras: Es rico en probióticos y otros nutrientes. Aunque tiene más calorías que la kombucha, una taza de kéfir natural bajo en grasa también aporta la friolera de 11 gramos de proteínas, además de vitaminas del grupo B y triptófano, que ayuda a combatir el estrés. Las investigaciones han demostrado que el kéfir también contiene kéfiran, un polisacárido relacionado con la reducción de la presión arterial y el colesterol. Una sorpresa: si eres intolerante a la lactosa, es posible que puedas tolerar y digerir el kéfir, ya que el proceso de fermentación elimina la mayor parte de la lactosa de la leche (sólo tendrías que hacer una prueba de estómago para averiguarlo). También es posible hacer kéfir de agua no lácteo, pero es mucho menos común.
Sabor: Cremoso y ácido, como el yogur bebible.
Hacer o comprar: Hacer kéfir es más sencillo que hacer kombucha. Se toma leche de vaca, oveja o cabra y se añade el cultivo de kéfir -llamado «grano»- a un tarro de cristal y se deja reposar en la encimera durante 24 horas. Después se cuela y ya está listo. También puedes comprarlo en el supermercado o en una tienda de alimentos saludables, aunque no es tan común como la kombucha. Para evitar el azúcar añadido, cómprala sola en lugar de aromatizada y aderézala en casa añadiendo una pequeña cucharada de miel, cacao en polvo, extracto de vainilla o canela. También puedes utilizarlo en lugar de tu líquido habitual cuando prepares un batido.
El campeón de las bebidas fermentadas
En general, el kéfir es mucho más denso en nutrientes y más fácil de preparar, pero la kombucha es una gran opción si eres vegano o simplemente prefieres su sabor. Beba a sorbos cualquiera de los dos para aprovechar los beneficios de la fabulosa fermentación.