La malaria, una infección de los glóbulos rojos que se propaga a través de los mosquitos, es una de las enfermedades mortales más comunes del mundo, y los médicos de Yale Medicine pueden detectarla entre los pacientes que viajan.
Hay dos pruebas que el departamento de medicina de laboratorio utiliza para analizar la malaria. Una detecta rápidamente las proteínas de la malaria en la sangre mediante una muestra de sangre estándar. El segundo tipo es un frotis de sangre, que los científicos examinan al microscopio. El frotis puede mostrar más información, como qué especie de parásito de la malaria está infectando al paciente, y puede ayudar a determinar el mejor curso de tratamiento.
Toxoplasma es otro parásito que suele investigar el laboratorio de Medicina de Yale. Se calcula que unos 60 millones de estadounidenses son portadores de Toxoplasma, pero rara vez causa problemas, a menos que el paciente esté embarazada o tenga un sistema inmunitario comprometido.
«Este parásito se suele contraer al comer carne poco cocinada o al limpiar la caja de arena de un gato, ya que se transmite en sus heces», afirma el patólogo de Yale Medicine Sheldon Campbell, MD, PhD.