En mayo de 2016, un hombre de Minnesota estaba cazando setas en un bosque cercano al río Misisipi cuando se topó con algo un poco más inusual que los hongos. Anidado en la maleza había lo que parecía un solo cervatillo recién nacido, que llevaba dos cabezas en un solo cuerpo.
El bebé ciervo era en realidad un par de gemelos femeninos unidos con un cuerpo de unas 23 pulgadas (60 centímetros) de largo desde la cola hasta la cabeza. Su cuerpo tenía las manchas características de otros ciervos de cola blanca y parecían haber sido acicalados recientemente. Sin embargo, los cervatillos yacían solos, secos y recién muertos en el suelo, sin señales de su madre a la vista.
El cazador de setas entregó los ciervos al cercano Departamento de Recursos Naturales de Minnesota, sabiendo que había descubierto algo extraordinario. Ahora, un nuevo estudio de caso publicado en el número de abril de la revista The American Midland Naturalist explica lo extraordinarios que son realmente los cervatillos unidos. Según el nuevo estudio, este descubrimiento supone el primer caso documentado de gemelos de ciervo de cola blanca con dos cabezas que llegan a término y nacen.
«Es asombroso y extremadamente raro», dijo a The Independent el autor del estudio, Gino D’Angelo, profesor adjunto de ecología y gestión de ciervos en la Universidad de Georgia. «Ni siquiera podemos estimar su rareza».
Para su nuevo estudio, D’Angelo y sus colegas realizaron tomografías computarizadas (TC) y resonancias magnéticas (RM) a los gemelos unidos, y luego llevaron a cabo una necropsia completa.
Las resonancias magnéticas revelaron que los gemelos compartían una única columna vertebral que se bifurcaba en dos cuellos y cabezas distintos a mitad de camino. Durante la necropsia, los investigadores descubrieron que los cervatillos tenían dos corazones anidados dentro de un único saco pericárdico. Tenían dos esófagos y forestomachs (el primer compartimento del estómago donde la comida se digiere parcialmente para ser regurgitada como bolo alimenticio), uno de los cuales terminaba en un tubo cerrado.
«Su anatomía indica que los cervatillos nunca habrían sido viables», dijo D’Angelo a The Independent. «Sin embargo, se encontraron acicalados y en una posición natural, lo que sugiere que la cierva trató de cuidarlos después del parto. El instinto maternal es muy fuerte».
D’Angelo dijo que sospecha que los cervatillos probablemente nacieron muertos, pero el mero hecho de que hayan nacido es una novedad científica. Según el nuevo estudio, la mayoría de las hembras de ciervo de cola blanca tienen gemelos, pero las observaciones de gemelos unidos son extremadamente raras en la literatura científica. Una revisión de 2008 de estudios que se remontan a 1671 encontró sólo 19 casos de gemelos unidos en mamíferos terrestres no domésticos, de los cuales sólo dos eran ciervos de cola blanca. En ambos casos, la madre y sus hijos murieron mientras los gemelos estaban en el útero.
Publicado originalmente en Live Science.
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