Aquí hay un discurso motivacional de 2 minutos que me pidieron que escribiera.

No es fácil.

Eso es lo primero que debes saber.

Hay un millón de personas ahí fuera que te dirán que es fácil tener éxito, que puedes ser rico más allá de tus sueños más salvajes trabajando dos horas al día, que puedes encontrar la pareja de tus sueños deslizando a la izquierda y a la derecha en tu teléfono.

Eso es una mierda.

¿Quieres la vida de tus sueños? ¿Quieres la casa grande? ¿Quieres una pareja que te ame con todo su corazón? Todo lo que se necesita es una promesa:

«No voy a parar»

Cinco años de esfuerzo, cinco años de empujarte a ti mismo, cinco años de evolucionar tú, tu vida y tu mente.

Cinco años de incertidumbre, cinco años de miedo, cinco años de la sociedad diciéndote que *no puedes*.

Eso es «todo» lo que se necesita.

El camino hacia el éxito no es fácil, no es «divertido» y no está exento de sacrificios.

Pero es sencillo.

«No me detendré»

¡No hasta que gane mi millón, no hasta que haya conquistado mi montaña, no hasta que lleve la vida que merezco!

Yo.

No me detendré.

Parar.

Cada día tienes 24 horas para acercarte un paso más a tu sueño. Eso es todo. Eso es todo lo que tienes que hacer. Un solo paso, cada día.

La gente lo llama transformación.

Están equivocados.

Es la evolución.

Te adaptas, mejoras, creces.

Cuando te haces esa promesa a ti mismo, y la mantienes. No lo notarás al principio, quizás no después de la primera semana, quizás ni siquiera después del primer mes. Pero un día, estarás sentado en la cima de cualquier montaña que hayas decidido conquistar y estarás agradecido por haberte hecho una promesa de tres palabras.

«No me detendré»

Actualización: Este discurso se utilizó recientemente en un vídeo promocional, consúltalo aquí:

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