Si quieres ver que la Palabra realmente cobra vida, ¡compártela con otros! Cuando veas que toca y transforma otras vidas como lo ha hecho con la tuya, cuando veas que el Señor se manifiesta a ellos a través de Su Palabra como lo ha hecho contigo, tu fe crecerá aún más.
Puede que no te des cuenta de lo mucho que estás aprendiendo de la Palabra mientras la lees o incluso cuando intentas aplicarla a tu propia vida, pero te sorprenderás de la sabiduría y el conocimiento que has obtenido de la Palabra una vez que empieces a usarla para ayudar a otros con sus problemas y señalarles al hombre de la respuesta: ¡Jesús! Sólo pídale a Jesús, por medio del Espíritu Santo, que le traiga a la memoria lo que más les ayudará, y Él lo hará.1
La clave para compartir con éxito su fe con otros es mantenerse cerca de Jesús. Eso se logra pasando tiempo con Él en oración, y llenándose de la Palabra y luego haciendo lo mejor posible para obedecerla y complacerlo. Como dijo Jesús: «El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca el bien. … Porque de la abundancia del corazón habla su boca».2 Llena tu corazón y no tendrás problemas para saber qué decir. Cuanto más Palabra asimile, más fácil y natural le resultará derramarla a los demás.
Si al principio se siente tímido o avergonzado de compartir la Palabra con los demás, he aquí una buena promesa que puede reclamar: «Hablaré de tus testimonios… y no me avergonzaré».3 Sólo ore pidiendo la ayuda del Señor y pruébelo. ¡Reclame el «poder del Espíritu Santo»!4 Hable con otros sobre Jesús y la Palabra-¡y vea cómo Él hace maravillas! Cuanto más lo haga y más lo vea obrar, más fácil será.
Cuando otros lo vean difundir la Palabra, y cuando vean la maravillosa diferencia que ha hecho en su vida y en la de ellos, querrán hacer lo mismo. Pronto ellos difundirán la Palabra de Dios a otros, y todos ustedes serán parte de la maravillosa reacción en cadena que comenzó cuando Jesús comisionó a sus primeros discípulos a «ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura».5 Él está dispuesto a ganar el mundo con su amor, un corazón a la vez, y su plan es simple: Enseñar a otros a enseñar a otros. Como escribió el apóstol Pablo: «Lo que habéis oído de mí entre muchos testigos, encomendadlo a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros».6
«El que riega será también regado».7 Al dar de lo que te ha dado Dios, Él te dará más. Y la primera mitad de ese versículo promete que «el alma generosa será enriquecida». Cuanto más difundas la Palabra, más bendiciones de Él recibirás-aquí y ahora, así como cuando llegues al cielo algún día.
Jesús te bendecirá con una relación más cercana y profunda con Él. Aquellos que guíes hacia Él te estarán eternamente agradecidos, y tendrás un brillo especial en el cielo. Él ha prometido: «Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento, y los que convierten a muchos a la justicia, como las estrellas por los siglos de los siglos».8
Dios te ha bendecido con la vida y el amor y la verdad y la clave para todas tus necesidades a través de Su Palabra, pero no quiere que se detenga ahí. «La Palabra está viva, me habla; tiene pies, corre tras de mí; tiene manos, se aferra a mí.-Martín Lutero
La gente necesita una norma para vivir, ¡y esto es lo que Dios nos ha dado! Si no sabes qué hacer, si no puedes decidir qué es lo correcto, acude a tu Biblia. Ella te aclara todos los caminos. Deja que gobierne tu corazón y guíe tus pies -V.B.B.
Las respuestas que encontramos en la Palabra no son siempre respuestas rápidas o fáciles, pero son de hecho respuestas reales.
La Biblia debe ser creída y entendida en el sentido simple y obvio de sus pasajes; porque no puedo persuadirme de que un libro destinado a la instrucción y conversión de todo el mundo deba cubrir su verdadero significado en tal misterio y duda, de modo que nadie sino los críticos y los filósofos puedan descubrirlo.-Daniel Webster
Algunas personas critican todo; otras abrazan cualquier cosa. Los sabios pesan todas las cosas por la Palabra.
No hay nada más importante para tu vida espiritual que la Palabra.
Leer la Palabra sin reflexionar es como comer sin digerir.
Lo que marca la diferencia no es cuántas veces has pasado por la Biblia, sino cuántas veces y cuán a fondo ha pasado la Biblia por ti.-Gitana Smith
¡El secreto del poder espiritual y la victoria y la superación y la fecundidad y el fuego y la vida y la luz y todo es la Palabra!-D.B.B.
No puedes entender todo lo que lees en la Palabra, pero puedes seguir lo que entiendes.
Además de la limpieza de una vez por todas de la salvación, necesitas la limpieza diaria de la Palabra del pecado diario.10
Su historia hace historia. Su Palabra y la reacción del hombre ante ella pueden alterar el curso de los acontecimientos mundiales.
La Palabra nos encuentra donde estamos y, con nuestro permiso, nos llevará a donde debemos ir.
¡Crees en la Palabra de Dios tanto como sigues lo que dice!
Los hombres no rechazan la Biblia porque se contradiga, sino porque les contradice a ellos.