Esta es la primera parte de una serie de 3 partes. Recomendamos leerlas juntas.
- Parte 2: Comprender los desencadenantes y las vulnerabilidades del trastorno bipolar
- Parte 3: Estrategias de gestión para la prevención de recaídas con éxito
Recientemente vi un documental titulado Titanics Final Mystery (El último misterio del Titanic). En él se expone una nueva teoría según la cual, debido a las inusuales condiciones meteorológicas de la noche de la tragedia del Titanic, hubo un espejismo que impidió a los vigías del barco ver el infame iceberg. Es una teoría interesante, aunque se discute si es cierta. Pero la conclusión es que, debido a una serie de factores, como la creencia de que el barco era insumergible y la falta de atención a las advertencias, nadie vio el iceberg a tiempo para frenar el barco y evitar una colisión.
Controlar el trastorno bipolar es un poco como navegar por las frías y heladas aguas del Atlántico Norte. Al igual que todos los barcos corren el riesgo de chocar con un iceberg, todas las personas con trastorno bipolar corren el riesgo de recaer en otro episodio del estado de ánimo (depresión, manía, hipomanía o un estado mixto, dependiendo de la condición específica).El potencial de chocar con un iceberg de recaída es simplemente la naturaleza de la enfermedad. La buena noticia es que las recaídas generalmente no aparecen de la nada, sino que hay señales de alerta temprana que, con atención y perspicacia, permiten detectar un episodio de estado de ánimo que se aproxima a tiempo para evitar ser sorprendido.
La prevención de recaídas consta de 3 partes:
- Identificar y detectar las señales de alerta temprana
- Entender los posibles desencadenantes y las vulnerabilidades
- Utilizar estrategias de gestión (prevención e intervención oportuna).
Cubriré cada parte por separado en este y mis próximos dos posts. Escribo desde la perspectiva de un psicoterapeuta que ha manejado bien el trastorno bipolar I durante muchos años. Estos posts están dirigidos a adultos que están en tratamiento, relativamente estables, y están apuntando a un alto grado de recuperación (si no está familiarizado con el concepto de recuperación, la definición de trabajo de la SAMHSA es un buen lugar para comenzar).
¿Por qué son importantes los signos de alerta temprana?
La importancia de los signos de advertencia temprana es que cuanto antes se note un problema potencial, más fácil será abordarlo. Un síntoma leve o dos pueden ser tratados con un ligero cambio de rumbo, tal vez llamando a un amigo o dando un paseo. En cambio, un episodio de mal humor en toda regla puede requerir un giro repentino hacia la hospitalización o meses de tratamiento intensivo. Cuando se pueden detectar las señales de advertencia con antelación, es posible prevenir el empeoramiento de los síntomas y evitar un gran desastre.
El período que precede a un episodio de estado de ánimo se conoce como fase prodrómica. La palabra prodrómica viene del griego y significa «correr antes», por lo que se puede pensar en las señales prodrómicas como mensajeros que corren para advertirle de lo que puede ocurrir. No es hasta que tiene un conjunto de síntomas al mismo tiempo que tiene un síndrome de episodio de humor (en griego significa correr juntos).
¿Qué tipos de signos de advertencia debo buscar?
Los signos de advertencia específicos varían de una persona a otra, aunque algunos (como los cambios de sueño) son bastante universales. Los signos de advertencia temprana pueden incluir:
- Síntomas de trastorno bipolar, posiblemente en una forma más leve (vale la pena señalar que algunos síntomas pueden ser residuales o subsíndromos en lugar de prodrómicos, en otras palabras, algunos síntomas permanecen entre los episodios de estado de ánimo, pero no son en sí mismos signos de advertencia)
- Síntomas de otros trastornos de salud mental (co-ocurrentes) (a veces los trastornos co-ocurrentes co-viajan con episodios de estado de ánimo, y a veces viajan solos)
- Señales de comportamiento como aislarse o descuidar las tareas domésticas
- Cambios en la forma de pensar o sentir
- Síntomas físicos como problemas digestivos o dolores de cabeza que no tienen otra causa médica.
Aquí hay algunos ejemplos específicos de señales de advertencia:
- Tristeza o episodios de llanto
- Pérdida de placer en las actividades que normalmente disfruta
- Disminución o aumento de la energía
- Ansiedad o agitación
- Enfado o irritabilidad
- Cambios en el apetito o en el sueño
- Problemas de concentración o atención
- Cambios en el pensamiento (e.g., pensamientos acelerados, pensamiento nublado)
- Problemas con el trabajo u otras actividades diarias
- Descuido de las tareas domésticas (p. ej., cocinar, limpiar la casa, pagar las facturas)
- Sentirse abrumado o como si necesitara ayuda
- Desincronía (sentirse desincronizado con su entorno y con otras personas).
También he creado una lista de 100 posibles signos de advertencia de un episodio de estado de ánimo de trastorno bipolar, aunque incluso esta lista no está completa. Algunas señales son muy individuales o extravagantes, como por ejemplo visitar un sitio web en particular una y otra vez, o gastar mucho dinero en materiales de arte.
¿Cómo me doy cuenta de mis señales de advertencia temprana?
El uso de las señales de advertencia para la prevención de recaídas tiene dos partes: identificar cuáles son sus señales de advertencia temprana, y detectarlas cuando se producen. Es un proceso de aprendizaje que requiere tiempo, esfuerzo y persistencia, pero la recompensa vale la pena. He aquí una guía básica:
1. No tiene que ser un experto para identificar las señales de advertencia, pero sí tiene que comprender aspectos esenciales como:
- Los tipos de trastorno bipolar y qué tipo tiene usted
- Los síntomas de cada tipo de episodio del estado de ánimo que le afecta (incluida la definición de cada síntoma)
- La naturaleza del trastorno bipolar como condición cerebral crónica que requiere un tratamiento continuo.
2. Reflexionar sobre los episodios anteriores del estado de ánimo. Piense en episodios anteriores del estado de ánimo e intente recordar lo que ocurrió paso a paso. Intente recordar qué síntomas tenía en estos momentos:
- Cuando el episodio era más grave
- Cuando no era tan grave pero probablemente había pasado el punto de no retorno
- Cuando aparecieron los primeros signos de advertencia.
He elaborado una hoja de trabajo, Identificación de las primeras señales de advertencia de los episodios de estado de ánimo de trastorno bipolar anteriores, que puede ayudarle a identificar las primeras señales de advertencia después del hecho.
3. Lleve un gráfico de estado de ánimo: Los gráficos de estado de ánimo le dan una imagen de lo que está experimentando cada día, y pueden servir como una especie de brújula para guiarle lejos de la recaída. También te permiten registrar los medicamentos que tomas y las horas de sueño que tienes. Llevé religiosamente los gráficos de estado de ánimo durante 5 años (no creo que me saltara ni un solo día) y atribuyo gran parte de mi recuperación a ese proceso. Hoy en día existen todo tipo de herramientas (aplicaciones para el teléfono, sistemas de seguimiento en línea, etc.), pero los buenos y anticuados gráficos en papel también funcionan bien. Si no sabes por dónde empezar, puedes probar esta de DBSA.
4. Desarrollar habilidades de atención plena. La atención plena tiene una variedad de componentes y es una habilidad importante para aprender todos los aspectos de la prevención de recaídas. En el contexto de las señales de advertencia, la atención plena le ayuda a mantener la conciencia de sus pensamientos, sentimientos y comportamientos, lo que es fundamental para detectar las señales de advertencia. También te enseña a permanecer en el momento presente y a no reaccionar automáticamente. Eso le permite darse cuenta de que algo puede ir mal, mantener la calma y decidir la mejor forma de actuar. El mindfulness puede ser ayudado por recordatorios en tu entorno, por ejemplo, puedes escribir tus señales de advertencia y ponerlas en algún lugar donde las veas regularmente. Ya mencioné algunos recursos de mindfulness en un post anterior.
5. Obtener conocimiento: Además de mantener la conciencia, también tienes que evaluar tus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Esto le permite obtener una mayor comprensión, que es donde reside gran parte del poder sobre el trastorno bipolar. Uno de los factores más probables del naufragio del Titanic fue la falta de perspicacia, ya que todos estaban tan convencidos de que el barco era insumergible que no comprendieron la realidad de la situación. Una buena forma de obtener una mayor comprensión es realizar una revisión periódica de uno mismo (por ejemplo, diaria o semanalmente). Siéntate y reflexiona sobre cualquier cosa inusual que hayas notado y que pueda ser una señal de alarma. Es útil anotar las cosas, puedes escribir entradas en un diario, utilizar un formato de preguntas y respuestas, o simplemente tomar algunas notas.
6. Aprenda a distinguir entre lo que es bipolar y lo que es normal. Una de las razones más importantes para ganar perspicacia es ser capaz de distinguir entre las señales de alerta temprana y el comportamiento normal. Esta es una de las partes más difíciles de navegar por el trastorno bipolar. Hay que ser muy honesto consigo mismo para no restar importancia a los pensamientos, sentimientos o comportamientos que podrían ser problemáticos, y no reaccionar de forma exagerada ante los que pueden ser simplemente una parte normal de la vida. Al fin y al cabo, todo el mundo se levanta con el pie izquierdo, está deprimido o pierde los nervios de vez en cuando. Aunque al principio puede ser útil pecar de precavido, con el tiempo se puede aprender a hacer estas distinciones. Hay 3 cosas principales sobre las que reflexionar:
- ¿Está el pensamiento, el sentimiento o el comportamiento en contexto?: Considere lo que está sucediendo en el contexto más amplio de su vida, bueno o malo. Pregúntese si está teniendo una respuesta adecuada de un tamaño apropiado. Piensa en las personas que conoces que no tienen trastorno bipolar, ¿es probable que estén experimentando lo mismo, o no?
- ¿Es característico de usted?: Los signos de advertencia son generalmente fuera de carácter y difieren del comportamiento típico. Por ejemplo, yo soy bastante callado e introvertido, por lo que sería fuera de carácter para mí empezar a hablar a la gente de los oídos y una señal segura de que algo anda mal. Pero para otra persona, ese podría ser su comportamiento típico y no una indicación de que algo anda mal.
- ¿Es consistente? A lo largo de un día, tenemos miles de pensamientos, sentimientos y comportamientos, incluyendo algunos que son negativos, irracionales o extraños. La mayoría de ellos van y vienen y no son motivo de alarma, sólo cuando empiezan a persistir puede haber un problema. Tome nota de cualquier cosa que parezca inusual y vigílela para ver si empieza a surgir un patrón.
7. Consiga ayuda de otros. Es bueno conseguir la ayuda de otros miembros de la tripulación, incluyendo amigos y familiares de confianza, así como profesionales de la salud mental. Los seres queridos pueden recordar señales de advertencia de episodios anteriores del estado de ánimo que usted no recuerda. Los terapeutas pueden ayudarle a reconocer las señales de advertencia y a desarrollar un plan para responder a ellas (a veces denominado terapia de detección de pródromos). Los terapeutas también pueden ser especialmente útiles para ayudarle a desarrollar la percepción, ya que los amigos y la familia pueden no tener los conocimientos o la objetividad para ayudarle a ver las cosas con claridad.
8. Esté siempre alerta. Al igual que los barcos en los mares helados deben estar atentos a los icebergs en todo momento, usted debe comprometerse constantemente a estar atento a las señales de advertencia. Eso no significa que tengas que vivir con miedo. Sólo significa que hay que estar alerta y ser precavido. Las cosas se hacen más fáciles con el tiempo (especialmente una vez que se comprenden los factores desencadenantes, las vulnerabilidades y las estrategias de manejo, de las que hablaré en mis próximas publicaciones), pero para vivir con un alto grado de recuperación, es necesario vigilar constantemente el horizonte para detectar posibles episodios del estado de ánimo.
Con paciencia y persistencia, los que padecemos trastorno bipolar podemos aprender a detectar los icebergs a kilómetros de distancia, mantenernos a flote de forma segura y llegar a un destino de vidas productivas y satisfactorias.