Con la tercera economía más grande de Sudamérica y una población creciente, Colombia está trabajando para trazar un camino hacia una mayor paz y prosperidad para su gente, más de un tercio de la cual vive por debajo del umbral de la pobreza. Los ricos recursos naturales de Colombia están ayudando a impulsar su economía en expansión, utilizando las infraestructuras y la producción minera y energética como una «locomotora de desarrollo» vital.
Ayudando a la ingeniería de la locomotora está la cuenca del río Magdalena, el corazón social, medioambiental y económico de Colombia. En ella vive el 80% de los 48 millones de habitantes del país, la cuenca del río produce el 86% del PIB nacional y genera el 75% de la producción agrícola del país. La cuenca aporta el 70% de la energía hidroeléctrica del país y el 90% de la energía termoeléctrica. También suministra agua potable a 38 millones de personas. Más allá de su importancia natural y económica, el Magdalena es el corazón cultural de Colombia, entretejido con su historia y su cultura.
Este rápido crecimiento, sin embargo, amenaza la salud medioambiental de la cuenca, una de las regiones con mayor diversidad biológica de la Tierra. Sobre todo, un desarrollo hidroeléctrico mal planificado podría tener altos costes ecológicos y sociales, al perturbar los caudales naturales del río que sustentan la salud de la vida silvestre y de las personas. La mayoría de las nuevas presas del país están previstas para el Magdalena, con 42 grandes presas propuestas y 20 a la espera de obtener la licencia.

Articles

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.