Aunque el interés por las señales internas y externas en torno a la alimentación se remonta a muchas décadas atrás, ninguna investigación publicada explora las señales que los niños utilizan (internas o externas) para dejar de comer. Combinando metodologías de investigación cualitativas y cuantitativas, este estudio explora cómo 402 niños canadienses (177 participantes en grupos de discusión; 225 encuestados) respondieron a preguntas sobre la finalización de una comida. Los objetivos eran investigar la comprensión de los niños sobre la terminación de la comida y determinar si la edad y el género influían en su tendencia a identificar las señales internas o externas. Aunque no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre niños y niñas en cuanto al uso de señales externas o internas, tanto el enfoque cuantitativo como el cualitativo revelan que los niños más pequeños son más propensos a citar señales externas. Los niños mayores eran más propensos a citar pistas internas y menos a citar pistas externas. Sin embargo, la tendencia de los niños más pequeños a citar el «plato vacío» (en lugar del «estómago lleno») como señal de que la cena ha terminado debe considerarse, no sólo como una señal normativa, sino también a la luz de la autoridad de los padres y las prácticas de consumo. Dicho de otro modo, es posible que las señales externas citadas por los niños no consistan simplemente en ignorar las señales de saciedad, sino que podrían reflejar otras prácticas culturales en torno a la alimentación.

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