Las actividades al aire libre pueden ser muy beneficiosas para las personas con lupus. Sin embargo, es mejor no lanzarse directamente a un programa de ejercicio riguroso. Es mejor facilitar a su cuerpo la idea de hacer ejercicio.

Los pacientes con lupus pueden y deben participar en actividades físicas. Antes de hacerlo, debe discutir con su médico o fisioterapeuta cuál es el mejor tipo de ejercicio para usted.

Ya sea que esté comenzando (o renovando) una rutina de ejercicios ahora, o que haya estado haciendo ejercicio durante todo el año, hay algunas cosas clave que todas las personas con lupus deben saber sobre el ejercicio.

Antes de salir por la puerta, recuerde los cinco puntos siguientes:

  1. Caminar, nadar, montar en bicicleta, hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto, ciertos tipos de yoga, Pilates y estiramientos pueden ayudar a tonificar los músculos y minimizar el agravamiento de las articulaciones. Ejercicios como éstos son excelentes para prevenir la osteoporosis, la enfermedad en la que los individuos pierden densidad mineral ósea.
  2. Aunque, a veces, el ejercicio puede ser lo último en lo que pensamos, es bueno mantenerse lo más activo posible. Esto evita que los músculos que ya no se trabajan se debiliten. También es importante variar la rutina de ejercicios para promover el fortalecimiento de diferentes grupos musculares en todo el cuerpo.
  3. Además, el ejercicio es bueno para aliviar el estrés. Y, como ya sabrá, el estrés puede desencadenar un brote de lupus. Sin embargo, es vital que se modere. Cuando intentas hacer demasiado, eso aumenta tu sensación de estrés y también puede contribuir a que la enfermedad estalle, lo que puede crear aún más estrés. No te exijas demasiado. Tienes que encontrar un buen equilibrio que te funcione. Es importante permitir que su cuerpo descanse y se recupere.
  4. Si experimenta un dolor intenso, o articulaciones rígidas e hinchadas, debe evitar o limitar las actividades que contribuyan a la sensación de dolor. Tome siempre descansos si es necesario. Es una buena idea limitar los ejercicios de alto impacto, como el footing, el levantamiento de pesas y los ejercicios aeróbicos de alto impacto. Estos pueden ejercer tensión y presión sobre las articulaciones.
  5. Si experimenta dolor y agravamiento articular, hay varias cosas que puede hacer

Modo de aliviar el dolor y las molestias después del ejercicio

El dolor articular y muscular puede aliviarse con la aplicación de calor y/o frío. Sin embargo, se ha demostrado que el calor húmedo alivia las articulaciones dolorosas mucho mejor que el calor seco. Pruebe a darse una ducha caliente, utilizar una toalla húmeda caliente o sumergirse en una bañera caliente para aliviar los dolores.

Otros métodos para aliviar el dolor pueden incluir técnicas conductuales, como la relajación, la meditación, la respiración concentrada, el yoga de bajo impacto, el Tai Chi y las imágenes guiadas. Estos métodos le permiten alejar la atención de su mente del dolor y centrarse en aliviar el estrés y la tensión que pueden intensificar la experiencia del dolor. Estas técnicas son seguras y fáciles de realizar en casa y le permiten controlar el dolor en lugar de sufrirlo.

Las aplicaciones de hielo o frío son aconsejables sólo para músculos tensos o torcidos o lesiones. Siga el método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación) para aliviar el dolor, reducir la hinchazón y acelerar la curación. Comience justo después de producirse la lesión y continúe durante al menos 48 horas.

Trabaje con su equipo sanitario y desarrolle un plan que le beneficie a la vez que limita las molestias.

Por último, asegúrese de proteger su piel contra los rayos del sol. Ponte crema solar y un sombrero de ala ancha antes de salir por la puerta.

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