Los cardiólogos son médicos que se especializan en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de afecciones relacionadas con el corazón y los vasos sanguíneos.
Un paciente puede ser derivado a un cardiólogo si experimenta síntomas como dolores en el pecho, falta de aire, mareos o presión arterial alta. El médico evaluará entonces sus síntomas, tomará sus antecedentes sanitarios y familiares y su peso. El cardiólogo puede solicitar pruebas diagnósticas adicionales, como un ecocardiograma, una radiografía o análisis de sangre. Si es necesario, el cardiólogo también puede solicitar un cateterismo cardíaco, un procedimiento en el que se introduce un pequeño tubo en el corazón o cerca de él que puede tomar imágenes de la actividad cardíaca o aliviar el bloqueo.
Una vez que se determina si existe una afección cardíaca, el cardiólogo tratará al paciente mediante el control del colesterol, la rehabilitación cardíaca y la puesta en forma. Si se requiere una intervención quirúrgica, como una operación a corazón abierto, el cardiólogo tomará la decisión, pero será un cirujano cardiotorácico quien realice el procedimiento.