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La autoconversación es la voz interior que pasa dentro de nuestra cabeza a lo largo de nuestras horas de vigilia. La autoconversación positiva es cuando nos hablamos a nosotros mismos de forma tranquilizadora, amable y más optimista. Es la diferencia con decirse a uno mismo «Soy un idiota, no puedo creer que haya suspendido este examen de matemáticas» o «Estoy decepcionado por cómo me ha ido en el examen de matemáticas, pero voy a hablar con el profesor y a estudiar más la próxima vez».
La autoconversación positiva puede tener un gran impacto en cómo pensamos y sentimos. Con el tiempo, hablar más positivamente de uno mismo puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la autoestima, aumentar la motivación, inspirar la productividad y mejorar la salud mental y física en general. Los educadores, los consejeros y los padres pueden desempeñar un papel muy importante a la hora de ayudar a los niños y a los jóvenes adultos a desarrollar una mayor voz de autoconversación positiva.
Aquí hay seis estrategias que los educadores y los padres pueden utilizar para enseñar y practicar la autoconversación positiva con los niños y los jóvenes adultos:
1. Modelar la autoconversación positiva. Practique el uso de habilidades de pensamiento positivo en voz alta cuando hable de sí mismo y de los demás. Una forma sencilla de empezar es con pensamientos positivos por la mañana como: «Hoy va a ser un gran día» o «Estoy preparado para lo que me traiga el día». Es útil destacar lo positivo, incluso en situaciones difíciles o contratiempos. Después de una mala nota en un examen, puedes hablar con el niño para decirle: «Es una mala nota y estarás bien. Puedes aprender de esto y mejorar la próxima vez. Lo más importante es que te esfuerces al máximo». Del mismo modo, haga cumplidos genuinos a los demás con total libertad y anime a ver el lado bueno de las cosas. Ese tipo de optimismo suele ser contagioso.
2. Cree una lista de afirmaciones de autoconciencia positiva. Utilice esta lista gratuita de 101 afirmaciones de pensamiento positivo para ayudar a los niños y a los jóvenes adultos a leer una lista de afirmaciones positivas sobre sí mismos. Los niños pueden seleccionar de la lista o inventar las suyas propias para crear su propia lista personalizada de diez afirmaciones favoritas. Disponer de una lista preelaborada puede ser útil para empezar a hablar de cómo suena exactamente la autoconversión positiva.
Lista gratuita de 101 afirmaciones de pensamiento positivo
3. Hable de los beneficios de la autoconversación positiva. Hable abiertamente de lo que es la autoconversación y de cómo ayuda. Los niños, y especialmente los adolescentes, pueden mostrarse escépticos al principio sobre por qué deben cambiar su forma de pensar. Vale la pena leer y discutir juntos muchos recursos de psicología y autoayuda en Internet. También hay que saber que practicar la autoconversación en voz alta puede parecer una tontería a veces, pero hay que cambiar las palabras antes de poder cambiar realmente el pensamiento silencioso en la cabeza.
4. Incorporar manualidades como forma de recordar la autoconversación positiva. Crear manualidades sencillas con autoconversión positiva puede ser una forma estupenda de que los niños y los jóvenes aprendan la autoconversión positiva. Lo mejor de todo es que los niños pueden conservar su manualidad para cuando necesiten un apoyo adicional. Pueden utilizarla para empezar el día con una nota positiva o cuando se sientan ansiosos, estresados, tristes o enfadados. Puedes crear manualidades por tu cuenta o encontrar ejemplos de manualidades para utilizar. La manualidad que se muestra a continuación es una Flor de Autoconversación Positiva que es fácil de hacer y lo suficientemente pequeña como para llevarla a cualquier parte.
Usa las manualidades para enseñar y practicar la autoconversación positiva
5. Practica el cambio de pensamientos negativos por otros más positivos. Puedes hacerlo con ejemplos inventados o con situaciones de la vida real. Utilizando un ejemplo como: «Sólo me ha ido bien en este examen gracias a la suerte», rete a los niños y a los jóvenes adultos a convertir esta afirmación en una más positiva. Además, cuando un niño o un joven saque a relucir un pensamiento negativo, anímele a que lo cambie por un discurso positivo.
Utilice las tarjetas de tareas de pensamiento positivo para reforzar el discurso positivo
6. Hable de los retos y situaciones de la vida real. Hable de los desafíos que los niños y jóvenes están atravesando y de cómo se sienten ante esas situaciones. Esto puede hacerse en grupos pequeños, 1:1, o incluso en grupos más grandes. Haz preguntas como: «¿Qué puedes aprender de esa situación?», «¿Qué puede ser lo positivo de eso?», «¿Qué hiciste bien?» y «¿Cómo puede ayudarte eso para el futuro?». Intenta centrarte en lo positivo, en lo que salió bien y en lo que se puede aprender, en lugar de detenerte en lo negativo. Los contratiempos y los fracasos son momentos idóneos para utilizar la autoconversación positiva, porque son el mejor momento para sentirse deprimido. Utilice estas situaciones de la vida real para mostrar cómo la autoconversación positiva puede ayudarle a levantarse de nuevo cuando se enfrenta a una dificultad o decepción.
Recuerde que no necesita ser un consejero o psicólogo para practicar la autoconversación positiva con los niños y los jóvenes. Es cierto que cualquiera puede enseñarlo y practicarlo. El objetivo final es que los niños y jóvenes desarrollen un mayor sentido de la confianza en sí mismos, permitiéndoles ser más independientes y alcanzar sus potenciales individuales en el camino.