Junto con los avances tecnológicos, el uso de la roca viva ha sido una de las metodologías que ha llevado al éxito generalizado dentro de la afición a los acuarios de agua salada.

La roca viva procede de regiones tropicales de todo el mundo. Su estructura abierta y porosa permite a la roca albergar una amplia gama de bacterias beneficiosas, micro y macro flora/fauna, así como proporcionar una base estable para el crecimiento de los corales.

Debido a que los organismos que se encuentran en la roca viva comenzarán a morir rápidamente una vez expuestos al aire, siempre es aconsejable curar la roca antes de utilizarla.

El curado de la roca no curada puede realizarse dentro de un contenedor de plástico o dentro de un acuario recién montado. Es preferible curar la roca viva dentro del acuario, pero un gran contenedor de agua es una alternativa adecuada. No coloque el sustrato dentro del tanque o contenedor de agua durante el proceso de curado, ya que esto elevará aún más los nutrientes y alargará el período de curado.

Para curar la roca viva correctamente, necesitará el siguiente equipo:

  • Desnatador de proteínas Un desnatador de proteínas eliminará los residuos orgánicos de su acuario o contenedor antes de que se descomponga y cree amoníaco.
  • Cabezales de potencia El uso de un cabezal de potencia (o dos) para crear un amplio flujo de agua es clave para curar correctamente la roca viva.
  • Calentador Ajuste el calentador a 78 a 80º F. Las bacterias y organismos que se encuentran en la roca viva prosperan en el mismo rango de temperatura que los peces y corales que eventualmente agregará al tanque.
  • Luces Si está curando la roca viva dentro de su acuario, limite la iluminación a 4 horas por día para reducir la aparición de algas molestas.

Realice cambios de agua según sea necesario. Recomendamos cambios de agua más grandes de lo normal durante el proceso de curado -20 a 30% cada pocos días- aunque una vez por semana sigue siendo aceptable.

Sifonee todos los restos muertos que pueda encontrar. Retire cualquier esponja muerta, plantas, etc. No friegue la roca viva a menos que vea zonas muertas evidentes en la propia roca. Durante la fase de curado, vigila la roca en busca de signos de molestos autoestopistas, como cangrejos o camarones mantis. Es más fácil atraparlos y eliminarlos antes de que haya colocado meticulosamente (y posiblemente epoxi) la roca en su tanque de exhibición.

Realice pruebas de amoníaco y nitrito con frecuencia durante la fase de curado. Usted sabrá que la roca viva está curada una vez que los picos de amoníaco y nitrito han cesado. Si realiza las pruebas con regularidad, notará que estos niveles descienden rápidamente a cero.

También puede realizar una «prueba de olfato». La roca viva curada tiene un olor fresco; si su roca tiene el aroma de huevos podridos, usted sabe que necesita más tiempo.

Limitar la iluminación mientras se controla el amoníaco y los nitritos debería curar su roca viva en 2 o 3 semanas. Su nuevo acuario se beneficiará de las colonias saludables de algas, plantas, corales, copépodos y otros organismos que ha alimentado durante la etapa de curado.

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