La investigación sigue demostrando que caminar después de un ictus es una de las cosas más importantes que se pueden hacer para favorecer la recuperación. Los estudios clínicos demuestran que caminar ayuda a la víctima de un ictus a recuperar la fuerza, la resistencia y el equilibrio.

El Instituto Nacional de la Salud (NIH) sostiene que caminar es una de las partes más importantes de un programa de rehabilitación de ictus. El cerebro necesita estimulación para volver a aprender los movimientos que se han perdido. Caminar -incluso caminar lentamente- es un movimiento que desencadena este estímulo y aumenta el flujo de oxígeno al cerebro.

Con el tiempo, caminar mejora la fuerza muscular que puede haberse atrofiado debido a un ictus. También mejorará:

  • El equilibrio
  • La resistencia
  • La resiliencia general
  • La perspectiva emocional y mental
  • La capacidad de mitigar la depresión y otros efectos secundarios psicológicos

Recientemente se publicó en la revista Stroke de la Asociación Americana del Corazón un estudio sobre 128 supervivientes de ictus con una edad media de 68 años. En él se concluía que dar un paseo enérgico de media hora al menos tres veces por semana aumentaba significativamente el nivel de forma física de los supervivientes de un ictus y su capacidad de movilidad. También mejoró su frecuencia cardíaca en reposo, un indicador clave de la salud cardiovascular.

El grupo del estudio comenzó con caminatas de 15 minutos, que fueron aumentando gradualmente hasta llegar a 30 minutos, tres veces por semana durante 12 semanas. Mantuvieron su nivel de actividad entre el 60 y el 85% de su frecuencia cardíaca máxima.

Después de tres meses, el grupo de ejercicio caminó más rápido y más lejos que otro grupo de supervivientes de accidentes cerebrovasculares del estudio que permaneció sedentario. También informaron de que su resistencia y su estado físico mejoraron, así como su calidad de vida.

Caminar debería ser un componente clave de casi todos los programas de rehabilitación de accidentes cerebrovasculares. Ya sea caminando con un bastón o con la ayuda de un asistente, los supervivientes de un ictus deben esforzarse por poner un pie delante del otro.

Comience a caminar lentamente para promover la recuperación del ictus

Dependiendo de la gravedad del ictus, los supervivientes pueden tener los músculos atrofiados, una resistencia reducida y otras limitaciones físicas que pueden dificultar incluso los primeros pasos.

La buena noticia es que los NIH informan de que entre el 65 y el 85% de las víctimas de ictus aprenden a caminar de nuevo de forma independiente después de 6 meses. Así que no se desespere y empiece poco a poco para aumentar la resistencia.

Con fortaleza y la actitud adecuada, se puede poner en marcha un programa gradual de caminatas. Tenga en cuenta lo siguiente.

  • Caminar todos los días, incluso durante un corto período de tiempo marca la diferencia.
  • Empiece con 10 minutos al día, que puede dividir en dos segmentos de 5 minutos.
  • Progrese a un ritmo lento y constante. No se esfuerce ni se precipite.
  • A medida que la resistencia y la movilidad mejoren, aumente el número de minutos caminados cada día.
  • Lleve un diario en el que anote los minutos que camina diariamente. Para que sea interesante, anote también por dónde ha caminado y qué ha visto.
  • Se recomienda un terreno llano para empezar. Caminar en un patio trasero o alrededor de la manzana funciona bien.
  • No debería intentar caminar solo al principio. Empiece caminando con un familiar o cuidador que pueda proporcionarle ayuda cuando la necesite. También hay muchos grupos de apoyo para los supervivientes de accidentes cerebrovasculares que pueden estar solos o sin recursos para la atención privada.

La mayoría de los pacientes con accidentes cerebrovasculares reciben algún tipo de fisioterapia y rehabilitación clínica posterior al accidente cerebrovascular que implica caminar. Lo importante es seguir haciendo ejercicio más allá de esta rehabilitación con supervisión médica. En la medida en que se puedan incorporar otros ejercicios moderados para el ictus al programa de caminata y recuperación, es probable que el paciente se beneficie aún más.

No se desanime. Pequeñas ganancias durante meses, pueden convertirse en grandes ganancias a lo largo de los años.

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5 ejercicios de recuperación de accidentes cerebrovasculares

La Asociación Americana de Accidentes Cerebrovasculares defiende firmemente que el ejercicio es una de las formas más eficaces de recuperarse de algunos de los síntomas debilitantes de un accidente cerebrovascular. Caminar es estupendo, pero también lo son otras formas de ejercicio que también aumentan la resistencia, la energía y la fuerza muscular. Pruebe uno de estos ejercicios para pacientes con ictus:

  1. Pedalear en una bicicleta estática. Ahora hay incluso bicicletas de ejercicio de pedal portátiles que pueden colocarse en el suelo delante de una silla. No es necesario montar una bicicleta.
  2. Entrenamiento de resistencia. Levantar pequeñas pesas (1-2,5 libras) y hacer ejercicios estacionarios – sentado o de pie – es un excelente entrenamiento de resistencia. No tiene que ser extenuante para ser eficaz. Las pesas también se pueden atar a los tobillos y las muñecas si es necesario.
  3. Ejercicios sencillos de equilibrio. Póngase de pie sobre ambos pies y levante uno o dos brazos a la altura de los hombros o por encima de la cabeza. Al principio, utilice una silla o una pared para mantener el equilibrio con un brazo.
  4. Ejercicios de estiramiento. Incluso los estiramientos sencillos son beneficiosos y, con el tiempo, pueden convertirse en el «yoga de la silla» que se ofrece en muchos centros para mayores.
  5. Aeróbic acuático. Una forma maravillosa de estirarse sin peso y de hacer un ligero ejercicio cardiovascular.

La clave es la constancia. La recuperación de la apoplejía requiere un programa constante y repetitivo de caminatas y ejercicios para tener éxito. También debe ser lo más divertido posible. Saque a pasear al perro, pasee por un bonito parque o conecte los auriculares y escuche su música favorita mientras está en esa bicicleta estática.

La Asociación Americana de Accidentes Cerebrovasculares afirma que la actividad física regular después de un accidente cerebrovascular también puede ayudar a reducir el riesgo de caídas y otras complicaciones como la osteoporosis y las enfermedades cardíacas. También se ha demostrado que el ejercicio mejora los niveles de colesterol, controla la diabetes, combate la obesidad y controla la presión arterial.

Así que busca unos zapatos divertidos y cómodos para caminar (a mí me gustan los morados) y sal a pasear. Es bueno para todos nosotros.

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